La incapacidad de Venezuela para pagar por el equipo de dragado esencial está creando un importante revés para los planes de Chevron Corp. de aumentar las exportaciones de petróleo de la nación sudamericana. El proyecto de dragado del Lago de Maracaibo, un componente crítico de la infraestructura petrolera del país, se ha paralizado debido a las restricciones financieras de Venezuela.
El gobierno venezolano envió una carta a la empresa holandesa de construcción naval Royal IHC en la que afirmaba que no podía pagar el equipo de dragado necesario para el Lago de Maracaibo. La nación citó las «limitaciones financieras» derivadas de las sanciones económicas como la razón principal de su incapacidad para financiar el proyecto. Esta revelación salió a la luz a través de un documento visto por Bloomberg y fuentes familiarizadas con el asunto que prefirieron permanecer en el anonimato ya que el plan no se ha hecho público.
El lago de Maracaibo, una ensenada caribeña comparable en tamaño a Connecticut, se ha ido obstruyendo cada vez más con limo tras un siglo de intenso tráfico derivado de la producción de petróleo. Chevron, cuyo objetivo es aumentar las exportaciones de petróleo, pidió a Venezuela que limpiara el lago para evitar que sus barcos encallaran. La empresa pretende aumentar los envíos a 500.000 barriles por embarque, un aumento significativo respecto a los 300.000 barriles por embarque actuales en abril.
Chevron ha aumentado gradualmente la producción de petróleo en Venezuela en los últimos meses, tras la decisión del Gobierno estadounidense de suavizar las restricciones para operar en el país a finales de 2022. Sin embargo, Venezuela en su conjunto ha sido incapaz de alcanzar el objetivo de 2 millones de producción de petróleo fijado por el presidente Maduro en marzo de 2022 debido a una investigación de corrupción en curso que implica miles de millones de ingresos petroleros desaparecidos.
Un portavoz de Chevron ha declarado que la empresa mantiene su compromiso de «apoyar operaciones seguras y fiables» en Venezuela, en cumplimiento de las sanciones estadounidenses, pero se abstuvo de hacer comentarios sobre los trabajos de dragado. Royal IHC y PDVSA, la petrolera estatal venezolana, no han respondido a las peticiones de comentarios sobre el asunto.
La situación pone de relieve la actual lucha contra las violaciones de los derechos humanos y las dictaduras en Venezuela, así como el impacto de las sanciones económicas sobre las infraestructuras y los recursos del país. La imposibilidad de financiar proyectos esenciales como el dragado del lago de Maracaibo no sólo obstaculiza la capacidad de la nación para generar ingresos a través de las exportaciones de petróleo, sino que también llama la atención sobre la cuestión más amplia del expolio de los recursos por parte de los dictadores.
En conclusión, las limitaciones financieras de Venezuela y las consecuencias de las sanciones económicas han afectado directamente a la capacidad del país para pagar proyectos de infraestructuras cruciales. Esto, a su vez, ha obstaculizado el plan de Chevron de aumentar las exportaciones de petróleo de la región. La situación sirve de crudo recordatorio de los continuos problemas de derechos humanos y explotación de recursos que se producen bajo el actual gobierno venezolano.