Estados Unidos apuesta por el pragmatismo al permitir que dos empresas envíen por primera vez en los últimos dos años petróleo venezolano a Europa para amortiguar la deuda, si bien las cuotas de esos envíos serán “marginales” en el corto plazo, concluyen expertos.
Este domingo el gobierno de Estados Unidos autorizó que las compañías petroleras Eni, de Italia, y Repsol, de España, reanuden sus envíos de crudo venezolano hasta Europa a partir de julio para compensar el veto aplicado al sector energético ruso tras la invasión a Ucrania, reportó Reuters.
La administración del presidente Joe Biden buscaría que el crudo venezolano alivie la necesidad energética de Europa y, al mismo tiempo, esa autorización ayude a convencer al mandatario venezolano Nicolás Maduro a que regrese a las negociaciones de Ciudad de México con sus opositores, según el reporte.
El economista Carlos Ñáñez coinciden en que existe un acercamiento entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela debido a “las complicaciones” de Europa para satisfacer sus demandas energéticas.
“Es un acercamiento de corte geopolítico. Washington ve a Venezuela como socio comercial por la cercanía geográfica y la abundancia del sector” en ese país suramericano, comenta Ñáñez, profesor de la Universidad de Carabobo.
El especialista en economía venezolana expresa sus dudas sobre si Venezuela será “un proveedor energético seguro” para Estados Unidos y Europa, dadas las diferencias ideológicas, la cercanía de Caracas con Moscú y la falta de garantías jurídicas que ha caracterizado a la industria de hidrocarburos local.
Ñáñez se pregunta si las sanciones contra el sector petrolero de Venezuela, que siguen en pie con especial acento desde 2020, continuarán vigentes durante la escasez de crudo en mercados como Europa y Norteamérica, y los altos precios de los combustibles como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania.
“Existe un evidente pragmatismo en la decisión del gobierno de Joe Biden en establecer un acercamiento con el régimen de Nicolás Maduro. Es importante analizar cuánta es la seguridad de Venezuela como proveedor de energéticos, tomando en cuenta la regresión política e institucional del país”, acota.
Fuente: Voz de América