Manchas oscuras irrumpen entre las cristalinas aguas del Parque Nacional Mochima, en el oriente de Venezuela. Con tan sólo recorrer un par de kilómetros se puede notar el cambio en los colores. Los espacios turquesas van desapareciendo poco a poco, producto de una especie animal llamada unomia stolonífera.
De esto da fe Julio Omaña, instructor de Kayak, con años navegando en la zona.
«De un tiempo para acá se nota la diferencia, ya no ves esa claridad que tú podrías apreciar anteriormente, por lo menos los corales y ese tipo de cosas», cuenta Omaña, mientras guía a un grupo de turistas en una de las playas del lugar.
«Aproximadamente un 50 a 60 por ciento del arrecife coralino del Parque Nacional Mochima, lo tenemos invadido», advierte sin cortapisas Sybil Sant, bióloga marina y profesora de la Universidad de Oriente.
Fuente: Voz de América