Es un viernes gélido en la Zona de Exclusión de Chernobyl en Ucrania y docenas de periodistas con chalecos amarillos fluorescentes se dan codazos frenéticamente mientras compiten por la posición de la cámara en una ciudad donde nadie ha vivido desde 1986.
Chernobyl ha sido abandonada desde que aquí ocurriera el peor desastre nuclear del mundo hace tres décadas. Pero con decenas de miles de soldados rusos reunidos en la frontera de Ucrania con Belarús, a solo unos kilómetros de distancia, la ciudad fantasma ahora alberga a las fuerzas de seguridad que se entrenan para la guerra. Ucrania está utilizando Chernobyl para prepararse para otro posible cataclismo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha negado sistemáticamente que el Kremlin esté planeando una incursión en Ucrania. Los despliegues de Rusia en Belarús aparentemente están vinculados a ejercicios conjuntos que comenzarán el jueves. Sin embargo, fotografías satelitales muestran que se están estableciendo campamentos rusos cerca de la frontera con Ucrania, a cientos de kilómetros de donde se llevan a cabo los ejercicios.
Si Rusia fuera a invadir Ucrania, la Zona de Exclusión de Chernobyl es un posible conducto hacia Kiev. Funcionarios estadounidenses y de la OTAN dicen que el presidente Putin está aumentando constantemente su presencia militar en Belarús de 5.000 soldados en enero a un estimado de 30.000 en algún momento de este mes.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el jueves que el despliegue en Belarús es el más grande de Rusia desde la Guerra Fría, y muchas de esas fuerzas están a solo dos horas en automóvil de Kiev.
Fuente: CNN en Español