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Infolatam
Madrid, 27 de noviembre de 2016
(Infolatam, por Rogelio Núñez)-. La reacciones a la muerte de Fidel Castro han oscilado entre la contención en los adjetivos de los presidentes que pueden ser adscritos al centroderecha latinoamericano a las grandes alabanzas lanzadas por los del centroizquierda y, sobre todo, por los del socialismo del siglo XXI. Las opiniones han ido desde la exaltación de su figura a lo diplomático y políticamente correcto.
Los gobiernos de centroderecha se han limitado a destacar una obviedad: su enorme importancia histórica pero han eludido entrar en otro tipo de calificativos.
Los de centroizquierda no han podido dejar de destacar los aportes a la mejora social vividos en Cuba durante el castrismo. Y los de la izquierda, los socialistas del siglo XXI y bolivarianos, han rescatado las banderas revolucionarias y antiimperialistas sostenidas por Fidel Castro:
Destacar lo obvio pero sin adjetivos
La canciller argentina Susana Malcorra fue quien más claramente dejó patente esa idea de limitarse a lo diplomático y lo políticamente correcto cuando dejó escrito sus condolencias “al gobierno y al pueblo de Cuba” por la muerte de Fidel Castro y señaló que “con él se cierra un capítulo importante de la historia latinoamericana”. Mauricio Macri se limitó a trasmitir sus “condolencias al gobierno cubano por el fallecimiento de Fidel Castro”.
De igual forma, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, transmitió sus condolencias al Gobierno de Cuba y a las autoridades del país caribeño por la muerte de Fidel Castro, de nuevo apelando a la historia pero evitando otro tipo de calificaciones: “Mis condolencias al gobierno y autoridades cubanas por el fallecimiento del expresidente Fidel Castro, una figura de calado histórico”.
“Fidel Castro fue un líder de convicciones. Marcó la segunda mitad del siglo XX con la defensa firme de las ideas en las que creía”, señaló el brasileño MicheTemer. “Mis más sentidas condolencias al pueblo y gobierno cubano en esta hora tan triste; saludamos la memoria del recordado Fidel Castro”, escribió el peruano Pedro Pablo Kuczynski.
En el caso de México y Colombia, dos gobierno encabezados por figuras de centroderecha, ha habido matices interesantes. Juan Manuel Santos no dejó pasar por alto lo que él considera que fue el apoyo del líder cubano a la paz en su país: “Fidel Castro reconoció al final de sus días que la lucha armada no era el camino. Contribuyó así a poner fin al conflicto colombiano”.
Enrique Peña Nieto, presidente de México, a través de su cuenta de Twitter emitió un par de mensajes para lamentar la muerte del emblemático personaje de la isla caribeña: “Lamento el fallecimiento de Fidel Castro Ruz, líder de la Revolución cubana y referente emblemático del siglo XX”. Posteriormente, en otro tuit añadía que “Fidel Castro fue un amigo de México, promotor de una relación bilateral basada en el respeto, el diálogo y la solidaridad”.
El embrujo de Fidel sobre las izquierdas continúa
Fidel Castro marcó a la izquierda latinoamericana y a la mundial y ese influjo, si bien disminuido, no ha desaparecido del todo. Eso se ha vuelto a comprobar en las opiniones de figuras claramente adscritas a un centroizquierda moderado y democrático.
La Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, envió sus condolencias por el fallecimiento del líder de la Revolución Cubana y en su mensaje, catalogó a Fidel Castro como un “líder por la dignidad y la justicia social”, tanto en Cuba como en América Latina.
El expresidente uruguayo José Mujica también quiso destacar lo que de idealismo tuvo el líder cubano: “Quiero señalar una cosa, hay en Fidel, y con él en una parte del pueblo cubano, una estatura de Quijote porque le tocó vivir un largo período de su historia desafiando a la primera potencia mundial que la tenía en frente. No es problema sencillo tener coraje, decisión y capacidad de resistencia para un dilema de esa época”.
Y el socialista moderado, el uruguayo Tabaré Vázquez, dentro de su contención lanzó una alabanza hacia el dictador cubano: “Tuve un contacto muy estrecho con él y más allá de cualquier consideración política, ideológica o personal, sin dudas fue una figura excepcional del siglo XX. Nadie puede negar que trascendió a Cuba y a su revolución. Fue una figura de una personalidad increíble, para mí modestamente creo que fue el mejor orador que escuché en mi vida y he escuchado a unos cuantos”.
La predecesora de Temer, Dilma Rouseff, tuvo una reacción mucho más sentida. En una extensa nota, caracterizó al líder cubano como “uno de los más importantes políticos contemporáneos y un visionario que creyó en la construcción de una sociedad fraterna y justa, sin hambre ni explotación, en una América latina unida y fuerte”.
Felipe González, el expresidente español, envió un telegrama a Raúl Castro destacando la relación personal que les vinculaba: “Quiero expresarle mi pesar por la muerte de Fidel Castro. Usted sabe que me unía con él una relación franca y directa de varias décadas. Acompaño en sus sentimientos a toda la familia y amigos. Saludos!”
Los herederos de su legado
Fidel Castro vio como desde 1999 con el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela su figura y su legado cobraban una nueva vigencia. A la hora de su muerte eso sigue muy vigente en la izquierda bolivariana y del “socialismo del siglo XXI”.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, destacó este sábado tras la muerte de Fidel Castro que a todos los revolucionarios del mundo les “toca seguir su camino” y afirmó que Fidel y el expresidente venezolano
Daniel Ortega de Nicaragua y Salvador Sánchez Cerén de El Salvador también se unieron a la reivindicación de su figura.
“Expresamos nuestro eterno agradecimiento al compañero Fidel, a su pueblo y al gobierno cubano por el apoyo solidario que siempre recibió nuestro pueblo en los momentos más difíciles”, dijo en un comunicado Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
“Fidel Castro nos deja el legado de luchar por la integración de los pueblos del mundo (…). Duele mucho la partida del comandante Fidel Castro”, dijo por su parte el presidente de Bolivia, Evo Morales.
“Se fue un grande. Murió Fidel. ¡Viva Cuba! ¡Viva América Latina!”, se despidió el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa.
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