Fidel Castro y sus encuentros con los últimos Papas

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El último encuentro entre Fidel Castro y un Papa, en este caso Francisco, fue el domingo 20 de septiembre de 2015. Una visita privada, sin cámaras e imágenes filtradas únicamente por el fotógrafo oficial que acompaña al Papa argentino en su visita oficial a la Isla.

Papa Bergoglio aparece casi como un párroco en visita pastoral a un anciano que luce sudadera ‘Adidas’ y una camisa blanca, sentado en la sala de su residencia, en las fotos se ven rostros relajados que dejan atrás rencores y desconfianza reciproca del catolicismo institucional y del aparato revolucionario. Son solo ellos dos en diálogo por 30 minutos; el Patriarca en su otoño y el Pastor de la revolución de la ternura.

Horas antes de la visita a Castro, el Papa Francisco había dicho en su homilía en la misa realizada en la Plaza de la Revolución “No se sirve a ideologías, se sirve a personas“.

Después del acercamiento diplomático entre EE.UU. y Cuba tras más de 50 años de embargo, el Papa Francisco pisó suelo cubano dos veces – septiembre 2015 y febrero 2016 – en cinco meses.

Tres años atrás, 2012, el Papa Ratzinger visita Cuba. Fidel Castro ya no luce su uniforme verde militar de un tiempo, está en retiro debido a sus problemas de edad y tiene un semblante añejo, pero luce aún vigoroso.

El Papa alemán recibe a Fidel Castro en la Nunciatura en La Habana acogiendo su solicitud, allí el ex presidente cubano se presenta con su esposa y al final se unen sus hijos; intercambian sobre la apertura litúrgica de Benedicto XVI y recuerdan la memoria de Juan Pablo II, pontífice que pasó más tiempo con el líder cubano.

El 19 de noviembre de 1996, el Papa Wojtyla detractor de toda ideología que alejara al hombre de Dios y de la Iglesia se entretiene en la Biblioteca privada con Fidel Castro por 35 minutos, quien lo invita a visitar la Isla. Castro, al mismo tiempo, reconoce el compromiso de la Iglesia en ámbito de la educación y de la asistencia a favor del pueblo cubano.

Que Cuba se abra al mundo con todas sus magníficas posibilidades, y que el mundo se abra a Cuba”, es la frase símbolo de Juan Pablo II que, después de dos años, en enero de 1998, pronuncia en su histórica visita a la Isla.

Castro y su gobierno se esmeran para recibir al Pontífice polaco. Un momento especial fue la ‘visita sorpresa’ de Fidel con su séquito a la Misa en la plaza de la Revolución.

Las televisiones del mundo retransmiten esas imágenes para remarcar la nueva primavera de las relaciones entre la Iglesia y el gobierno cubano. Juan Pablo II estuvo ‘cara a cara’ con Fidel cinco veces.

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