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A continuación se presenta un registro de los casos de reestructuraciones de deuda pública que han ocurrido en el siglo XXI.
La columna de “¿default?” muestra si el país hizo la reestructuración para evitar un default (pre) o si la realizó después de haber incumplido con sus compromisos (post).
Es importante destacar que, tal como se muestra en el cuadro, hay países como Argentina que tardaron más de tres años en hacer el canje de sus bonos luego de caer en un impago. En el caso venezolano, la posibilidad de que esto ocurra es remota, debido a que el costo de impago para un país con activos externos y un flujo de ingresos dependiente de exportaciones petroleras es muy alto.
En Venezuela, reestructuraciones como el canje de PDVSA realizado en 2016 tienen como finalidad aliviar la presión que ejercían los pagos de los bonos con vencimiento en el 2017 en el flujo de caja de la petrolera, trasladándolos a un horizonte temporal más lejano. Esta operación, a diferencia de los casos expuestos, se hace de manera voluntaria. PDVSA consideraba conveniente buscar una manera de que los desembolsos que debía hacer este año y el próximo no fueran tan exigentes para su caja, sin que ello implique un problema de solvencia.
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