Pobreza monetaria

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Fernando M. Fernández.- Los delitos monetarios no existen en Venezuela. Y los billetes se están acabando: cada vez somos más pobres todos. La razón de ello es el bachaqueo de billetes para revenderlos en Colombia a Bs. 160 el billete de 100. Pero, además de eso, hay otro mercado descomunal que viene adquiriendo estos billetes, a los fines de hacer grandes operaciones de lavado con bolívares, una manera de no llamar  la atención de autoridades monetarias de USA y Europa. Sabido es que aquí en Venezuela nada pasará. (Ver un resumen que escribí hace un tiempo en: https://magic.piktochart.com/embed/10733998-delitos-monetarios-y-delincuencia-organizada-ene-2016-con).

En materia de política criminal monetaria existen dos vacíos inexplicados aún, a saber: (i) nada dice la legislación penal venezolana sobre el delito de contrabando de monedas, es decir, no existe tipo penal alguno que castigue el contrabando de billetes. En efecto la Ley contra el delito de Contrabando se refiere a mercancías, exclusivamente, y no menciona las monedas de forma alguna; (ii) tampoco existe tipo penal alguno que sancione la falsificación de monedas, por causa de la descodificación y de las reformas al Código Penal, en primer orden, y luego de la Ley del Banco Central de Venezuela (Ley del Banco Central). En consecuencia, el sistema monetario venezolano, es decir las monedas metálicas y el papel moneda así como los valores que representan, carece de las principales herramientas legales de su protección. No solamente están desprotegidas las monedas como especie, sino que también el sistema monetario, entendido este como un bien jurídico en sí mismo que permitiría el libre intercambio económico, carecen de tutela penal.

Desde el año 2003 (Decreto Presidencial Disponible en: http://www.bancodevenezuela.com/informacion_financiera/cadivi/pdf/decretos/decretos-2302.pdf), con un hito importante en el 2005 con la LEY CONTRA ILICITOS CAMBIARIOS (Gaceta Oficial No. 38.272 de fecha 14-09-2005), se instauró un sistema cambiario regresivo que se basó en el control centralizado del mercado de divisas. Desde entonces hasta el año 2012 se incrementó dicho control y se creó un monopolio/monopsonio mediante la expresión de “competencia exclusiva del Banco central de Venezuela” de la compra venta de divisas por el cual el Banco Central de Venezuela  al final se convirtió en el único comprador y vendedor de las divisas al público, ejerciendo un control absoluto del mercado, con lo cual se suprimió de forma total la libertad cambiaria, un componente esencial de los derechos humanos de tipo económico, expresados en la Constitución de 1999.

Ese monopolio cambiario, sumado a la discrecionalidad del otorgamiento de las divisas, más la poca o nula transparencia y rendición de cuentas por parte del sistema administrativo instaurado en la instancia llamada Comisión de Administración de Divisas (en adelante “CADIVI”), entre otros sistemas (La política cambiaria ha sido prolífica en acrónimos de diferentes modos y sistemas de administración de divisas: SITME, CENCOEX, SICAD y SIMADI, siendo todos ellos muy discutidos y discutibles creados posteriormente), se generaron condiciones para  un fraude a gran escala, caracterizado por la entrega de divisas preferenciales muy baratas a empresas de “maletín” e instituciones  del Estado que  recibieron enormes sumas de divisas y no realizaron las importaciones, o solo se importó “chatarra”, para las cuales se entregaron, o se pagaron facturas sobredimensionadas, tal como lo denunciaron en su momento las autoridades competentes del  Ministerio de Planificación y Finanzas (GIORDANI, Jorge: Testimonio y responsabilidad ante la historia. Miércoles, 18/06/2014 12:01 AM  Disponible en: http://www.aporrea.org/ideologia/a190011.html ) y del Banco Central (Presidenta del BCV: Parte de los $59.000 millones entregados en 2012 fueron a “empresas de maletín” Lo que se entregó en divisas el año pasado fueron cantidades muy considerables, pero también hay otra cantidad considerable de divisas que se llevó a empresas de maletín,” agregó. Betancourt estima que unos 20 mil millones correspondieron a una especie de “demanda artificial” no asociada a actividades de producción. “En la interferencia del año pasado, solamente en dañarnos la economía y llegar nuevamente eso que vino por el mercado negro y toda esta cosa, se pasaron entre 15 mil y 20 mil millones de dólares”. Disponible en: http://www.aporrea.org/contraloria/n229466.html).

No obstante lo anterior, nada se sabe de la investigación penal (http://archivo.globovision.com/mp-investiga-denuncia-fundamentada-en-carta-de-giordani/) iniciada por denuncia de un tercero, tal como lo han exigido algunos voceros, inclusive de la Asamblea Nacional.

La corrupción cambiaria y monetaria nos empobreció a todos. Menos monedas y mayor pobreza. Y, así, todos los derechos humanos de todos se ven menoscabados. ¿Quién responderá por eso? Se oyen sugerencias.

 

@FM_Fernandez

 

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