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Publicado en: Opinión
El gobierno de Nicolás Maduro siempre se ha caracterizado por el populismo y un gran derroche publicitario y comunicacional, para hacerse sentir en Venezuela y el mundo. Desde las múltiples denuncias de magnicidio de agentes internacionales enquistados en nuestro territorio, hasta un sinfín de injurias que ha levantado y que jamás han prosperado, porque se fundamentan en la mentira y en la manipulación, para lograr aceptación así sea desde la lástima o el engaño.
Y de esta manera ha sustituido desde su primer día de gobierno lo urgente por el show, por cierto una política y estrategia muy burda, porque tan crítica que está la situación en Venezuela, como consecuencia de una falsa revolución que sólo ha significado atraso, miseria, violencia, calamidades y muerte, lo menos que debió hacer, fue asumir su responsabilidad frente a la historia, y no actuar como un títere de mala muerte, manejado por ideologías comunistas que a lo largo de la historia han fracasado en el mundo.
El uso abusivo de cadenas en medios nacionales y privados, es otra muestra palpable es que a Nicolás Maduro lo que le gusta es el show o el bochinche como le decimos coloquialmente, porque es inadmisible que un Jefe de Estado malgaste tanto tiempo en mensajes enardecidos de odio para crear división y enfrentamiento entre un pueblo, cuando tiene el agua al cuello en materia política, económica, social y pare usted de contar, y el hecho de que haga caso omiso a esta tragedia que vivimos, es una burla para un país que muere de mengua, producto de una economía de guerra impuesta por su gobierno y por un desempeño pésimo con respecto a gerenciar un país.
El gobierno de Nicolás Maduro invierte millones de bolívares en promociones publicitarias, en espectáculos chimbos y de mala muerte, en una versión muy decadente de “Aló Presdiente”, en un programa de Salsa y en una serie de situaciones superfluas, que lejos de ayudarlo en su baja popularidad, lo que hacen es hundirlo más en pantano del desprecio social, porque él cree que con esa especie de Pan y circo, va a mantener al pueblo humilde, sencillo y de a pie contento y entretenido, pero esa misma gente a la que el subestima su inteligencia, son los mismos que están muriendo de hambre, y exigen a gritos un cambio inmediato en la conducción política del país, porque ya no aguantan más humillación y maltrato por parte de este gobierno indolente que se burla de sus necesidades.
Nicolás Maduro en un actitud bipolar siempre quiere hacer ver que tiene la razón y que el es víctima de toda la campaña de descrédito desatada en su contra, cuando aquí las principales víctimas de este gobierno corrupto, ineficiente e irresponsable, es un pueblo en su conjunto que no tiene qué comer, que no tiene medicinas, que la inseguridad los está exterminando, que muere lentamente por culpa de políticas erradas de esta falsa revolución que se ha llevado todo a su paso.
Aquí se niegan los dólares para alimentos y medicinas, pero sí se otorgan a alcaldes traidores a la patria para hacer festivales populistas para tratar de ganar puntos. No obstante, esto es una inmoralidad, porque este es un gobierno que su prioridad no es el país y su bienestar, sino sus show y manipulaciones para mantenerse en el poder a como de lugar, porque ellos saben que sus días en el gobierno están contados, y por más trampas y argucias que han hecho, más temprano que tarde en Venezuela habrá justicia y van pa fuera, porque el pueblo no los quiere por traidores y por falsos, y por haber destruido nuestro país y dejarlo en ruinas, mientras ellos disfrutan de los placeres más ostentosos del mundo, con los dineros mal habidos que le robaron a la nación.
Andrés Eloy Camejo
Diputado a la Asamblea Nacional
Acción Democrática
@AndresECE
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