Las encuestas no indican un claro ganador en la carrera por la Casa Blanca

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Rui Ferreira

Clinton y Trump están virtualmente empatados en Florida y quizás por ello han dedicado las últimas horas a cautivar al electorado del llamado corredor I-4, unas 133 millas de carretera entre St. Petersburgo y Daytona Beach que desde 1959 es una especie de obsesión para politólogos, estrategas y candidatos, porque la población heterogénea es una especie de barómetro.

En la víspera de la apertura de las urnas para unos históricos comicios presidenciales y legislativos, las principales encuestas de opinión todavía no indican un claro ganador en la carrera entre Hillary Clinton y Donald J. Trump.

Según la Universidad de Monmouth, de Nueva Jersey, en términos globales la candidata demócrata ha logrado el 50% de las preferencias mientras que el 44% se decanta por su rival republicano. Pero hay detalles que muestran que la cifra puede no ser tan diáfana.

En octubre, Clinton mantenía la misma cifra pero Trump tenia apenas el 38%. O sea, ha remontado en la encuesta de esta universidad privada. “Uno de los hallazgos de esta encuesta es que Clinton se mantiene inamovible en los 50%, pero el electorado de Trump es mucho más volátil”, comentó Patrick Murray, director del Instituto de Encuestas de la universidad que funciona como un centro independiente dentro del centro de estudios.

Trump sigue controlando el electorado blanco con 54% frente a 37% para Clinton. Pero si se decanta el electorado masculino blanco, el magnate inmobiliario tiene 59% frente a los 30% para su rival. En relación a las votantes femeninas, el apoyo a Trump es ligeramente inferior, 49% mientras que la exsecretaria de Estado, logra el 44% del apoyo.

En contrapartida, la candidata demócrata, acorde a la encuesta de la Universidad de Monmouth, sigue puntuando mejor que el magnate inmobiliario entre el electorado no blanco, que incluye también a los afroamericanos. Clinton tendría el 79% de los votos frente al 13% de Trump.

En las cifras de RealClearPolitics, un indicador que refleja el promedio de varias encuestas, la candidata demócrata lleva la delantera pero también con poca diferencia, en casi todos los casos dentro del margen de error de las encuestas. En las últimas 24 horas, Clinton recuperó 2.6% en el ámbito nacional, marcando 46.9%, frente a los 44.3% de Trump. Esta diferencia sube 2.9% en los cuatro principales sondeos, donde la exsecretaria de Estado marca 45.1% y el magnate republicano, 42.2%.

Ambos están virtualmente empatados en Florida y quizás por ello han dedicado las últimas horas a cautivar al electorado del llamado corredor I-4, unas 133 millas de carretera entre St. Petersburgo y Daytona Beach que desde 1959 es una especie de obsesión para politólogos, estrategas y candidatos, porque la población heterogénea es una especie de barómetro.

Tanto es así que este lunes Trump se ha desplazado a Sarasota a jugar su última carta en el estado del sol que necesita de ganar, más que Clinton, quien con Carolina del Norte, o uno de los dos estados, le es suficiente. Según RealClearPolitics, la candidata demócrata ya tiene asegurados 203 votos electorales y su rival apenas 164, una cifra demasiado distante de los 270 mínimos necesarios. No está claro si los esfuerzos de última hora del republicano darán frutos, teniendo en cuenta algunos pasajes de su discurso. “El sistema está amañado pero al menos lo sabemos” y “nuestro país es el hazmerreír de todo el mundo”.

Según un encuesta de NBC, los votos electorales de la candidata demócrata serian más alto, habría asegurado ya los 270 con 274, mientras que Trump tendría 170, frente a 180 la semana pasada. De todos modos, esta misma proyección fue hecha durante el fin de semana por la cadena CNN. Pero este lunes, la cifras han variado en porcentaje, con 46% para la demócrata y 42% para el republicano.

Esto posiciona a Clinton mejor que Trump en el ámbito nacional y en muchos de los estados claves, los ‘frente de batalla’. Pero su liderazgo no es absoluto y suficientemente sólido para lograr aplacar los votos que el magnate inmobiliario ha asegurado en algunos de los estados donde, tradicionalmente, los demócratas se han mantenido incólumes. Es así como, horas antes de la apertura de las urnas, los dos rivales tienen una posibilidad de victoria.

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