“Hola, qué tal. Soy Ida. una inmigrante en situación irregular en España.” Así comenzó a presentarse Ida Carruido en 2019 cuando sintió que del itinerario vidrioso que estaba transitando como sin papeles en Barcelona, después de dejar su país, Venezuela, había germinado un puñado de “tips”.
Y se le ocurrió abrir un canal de YouTube, El boleto de Ida. que en un año y medio reunió a 12.500 suscriptores, y desde donde da consejos a los que estén pensando emigrar sin una doble ciudadanía ni apoyo de ningún tipo.
“Me escriben muchos argentinos. He notado que es un colectivo que está repuntando en movimientos migratorios”, cuenta Ida a Clarín.
En sus videos y sesiones en vivo, que a veces rozan las 50.000 visualizaciones, Ida relata sin pudores cómo fue su propio boleto de ida desde Venezuela, donde se había graduado en Criminología en la Universidad de los Andes, hasta la Universidad Autónoma de Barcelona, donde había conseguido una vacante para cursar un máster en Marketing Político.
Ida Carruido tiene más de 12.500 suscriptores en You Tube y dio una charla con consejos para «sin papeles».
El duro oficio de sobrevivir
“Vine con una profesión, experiencia laboral, 21 años, sola, con 400 dólares en mi bolsillo y sin visado”, comienza diciendo en la charla TED que dio en Tarragona, Cataluña.
“Había conseguido pagar la matrícula pero no me era posible pagar un visado de estudios ya que, entre los múltiples requisitos, debía demostrar que tenía una cuenta bancaria con cerca de 20 mil euros para pagar mi estancia y mis clases durante los dos años que durara ese máster. Mi único opción era entrar como turista”, relata.
Eso le permitió permanecer legalmente tres meses en España, plazo después del cual la carroza de Cenicienta se le convirtió en calabaza. De ahí en más, Ida fue una “sin papeles” en España.
“Por miedo a que me descubrieran no fui al médico cuando estuve muy enferma y no denuncié cuando fui víctima de agresiones”, dice Ida, de 26 años, que entre los trabajos precarios que aceptó fue, por monedas y mil horas, vendedora, niñera, moza, empleada de mudadoras, de call center. Entre otras propuestas que también recibió, y no aceptó, estaba prostituirse.
La popularidad de su canal de YouTube le valió que varios estudios de abogados especializados en derecho migratorio la contactaran para que colaborara con ellos.
Hoy Ida vive con Arnau, un catalán que conoció por Tinder hace dos años y con quien dejó constancia en el Ayuntamiento de que forman una “pareja de hecho”, trámite por el que alcanzó el soñado permiso de residencia y de trabajo en España.
Medio millón de inmigrantes sin papeles
Según un reporte de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), en el país hay unos 500.000 inmigrantes ilegales cuya regularización aportaría a las arcas públicas 1.750 millones de euros al año.
“Lo primero que debes hacer al llegar a España”, “Trabajar sin papeles”, “¿Es posible la residencia en España estando irregular?”, “Cómo estudié un master en España sin papeles”, “Detención por estar sin papeles” son algunos de los temas que Ida desmenuza en sus videos.
Los jueves suele ser día de invitados: abogados especializados en leyes de extranjería que responden, en vivo, inquietudes de los seguidores de Ida.
-¿Cuán complicado es obtener la residencia en España para un inmigrante sin doble ciudadanía ni contrato de trabajo?
-Hay muchas formas de tener residencia en España pero son utópicas. Los requisitos son muy inalcanzables, complicados. Algunos parecen haber sido pensados para gente de un determinado status social y la mayoría de la gente no lo cumplimos.
“Hay muchas formas de tener residencia en España pero son utópicas. Los requisitos son muy inalcanzables, complicados”
-¿Qué hay que hacer apenas se llega a España si uno no tiene intenciones de irse?
-Intentar empadronarse, el registro en el que figura que eres vecino o residente. A veces la persona que te alquila la casa o la habitación no quiere aparecer. Hay que saber que se pueden empadronar sin domicilio fijo, una figura que algunos municipios ni conocen. Luego inscribirse en el consulado de tu país. Y sacar un número de móvil. Hay empresas mucho más económicas que las grandes de las publicidades.
-¿Cuál es la consulta más frecuente que recibís en estos días?
-En estos momentos son tres. “Cómo me puedo venir”, me preguntan. Hay que asumir ciertos riesgos como ingresar como turista y que no te pillen los controles en el aeropuerto y hoy en día se complica más por las restricciones. La segunda son las denegaciones de asilo. Ahora mismo España los está rechazando más rápido y muchas personas quedan en un limbo porque se les niega, pero no tienen tiempo suficiente para poder acceder a otro tipo de residencia y quedan como irregulares. En esos casos hay muy pocas opciones. Y la tercera consulta es por el arraigo social es la figura más conocida.
-¿En qué consiste?
-El arraigo social consiste en que estés aquí, como mínimo, tres años en situación administrativa irregular, sin papeles, y que luego de demostrarlo con documentación que te hayan emitido aquí, como hacer un curso, citas médicas, haber enviado dinero al exterior, obtengas un contrato de trabajo. Tiene que ser de un año, jornada completa, sueldo mínimo y el empleador no puede tener deudas de seguridad social ni de hacienda.
-¿Es decir que para poder residir legalmente en España hay que ser ilegal durante tres años?
-Sí. Es perverso. Aquí lo curioso es además que el migrante tiene que ser responsable de que su empleador haya estado toda su vida en orden con la administración pública y el pago de impuestos. Y aunque recibas una oferta de trabajo y vayas a la oficina de Extranjería antes de tiempo, no puedes agilizar los pasos. Sí o sí tienes que esperar tres años.
“La pandemia agudizó, acrecentó y apuró que ciertos problemas terminasen de estallar porque ya existían”.
-¿Cómo están viviendo los migrantes la pandemia en España?
-La pandemia agudizó, acrecentó y apuró que ciertos problemas terminasen de estallar porque ya existían. La mayoría de los migrantes suele llevar a cabo labores esenciales y el Estado español se aprovechó mucho de extranjeros con formación sanitaria, e incluso de algunos en situación irregular, que fueron contratados por las comunidades autónomas para hospitales, para residencia de mayores y luego les dieron de baja porque estaban en situación irregular.
-¿Qué pasa con las personas “sin papeles” que se contagian con Covid?
-Es interesante porque aquí la sanidad es universal. Pero depende de cada comunidad que los atiendan o no. Te suelen pedir un documento de identidad y la tarjeta sanitaria. Si no la tienes, tienes que demostrar que estás empadronado, que eres residente. Ahí se complica y hay que recurrir a los servicios sociales. A veces no los quieren atender. Conozco personas que se infectaron y que pasaron la enfermedad en sus casas porque tienen miedo al rechazo.
-En tu charla TED hiciste hincapié en “la lotería de los migrantes”. ¿Cuánto influye el factor suerte para un “sin papeles”?
-Las políticas migratorias están dejando a su suerte muchas vidas. Hay un factor suerte que es muy alto: que estés en el momento y en lugar indicados. Atenté contra mi vida y si no hubiera sido por personas que me atajaron, no estaría aquí. ¿Mi factor suerte? No hubo uno solo. Hubo muchos. Una red de personas. Hoy por hoy, todos los migrantes dependemos de la suerte.
Fuente: Clarín