Las emociones de los venezolanos al borde del colapso

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Las solicitudes de atención psicológica se han incrementado considerablemente durante los últimos meses en Venezuela, según reporta un informe basado en estadísticas del Servicio de Atención Psicológica (SAP) de Cecodap, una organización dedicada a velar por los derechos de los niños, niñas y adolescentes en Venezuela.

Abel Saraiba, coordinador adjunto de Cecodap, manifestó especial preocupación ante el exponencial aumento de los casos de alteraciones del estado de ánimo en niños y adolescentes, una situación que tenía vinculación con el impacto de la emergencia humanitaria compleja y que se agravó tras el contexto de la pandemia de COVID-19.

El psicólogo explica que los casos de alteraciones del estado de ánimo aumentaron de 22% en 2019 a 39% en 2020.

“Nos habla de un deterioro acelerado de las condiciones emocionales de niños y adolescentes y sus familias que se deteriora con el paso de la pandemia, con el paso de los meses de confinamiento, con el agravamiento de las condiciones socioeconómicas, con los estragos que produce también toda la dinámica a la que se ve exigida la familia especialmente en tiempos de educación a distancia, vamos a ver que esto tiene un impacto bien significativo”, detalla.

El especialista agrega que el 21,24% de esos casos ha presentado “ideación y riesgo suicida”, una cifra que según dice, debe encender las alarmas en el país, donde la estructura destinada a la atención de salud mental es deficitaria.

“Esto tiene que llamarnos la atención porque detrás de las alteraciones del estado de ánimo vamos a ver incrementos en variables muy sensibles como son la ideación y el riesgo suicida”, afirma Saraiba.

En este sentido, señala que la atención oportuna “reduce la incidencia de que el suicidio se materialice”.

El 12% de los casos atendidos por el SAP de Cecodap, está relacionados con hechos de violencia, siendo los casos de violencia sexual los más reportados.

“Seguimos recibiendo un número importante de casos de violencia sexual, adicionalmente a ello situaciones de violencia que muchas veces emergen en el contexto de una atención terapéutica que inició por otro motivo. Es decir, un niño que estaba sufriendo algún tipo de alteración del estado de ánimo, cuando empezamos a explorar nos revela que ha sido víctima de una situación de violencia sexual”, destacó el especialista durante la presentación del informe.

Diversas organizaciones sociales han advertido que durante el confinamiento se ha incrementado la violencia basada en genero y que las víctimas deben convivir y permanecen en situaciones de aislamiento con los agresores.

“La violencia intrafamiliar viene afectada por las mismas variables y en el caso específico de niños y adolescentes debemos advertir como el hecho de que la escuela esté cerrada físicamente, representa una gran amenaza para la salud mental, en tanto que la escuela es un espacio natural de protección”, manifiesta Saraiba.

El SAP continúa atendiendo casos de abuso escolar porque, aún a distancia, siguen siendo víctimas, a través de dinámicas de ciberacoso que se realizan mediante diversas plataformas.

Saraiba sostiene que uno de cada cinco grupos familiares está enfrentando rupturas, entre otras cosas, porque están siendo sometidas a vivir en condiciones de extrema precariedad económica. En ese sentido insiste en la necesidad de que haya mayor soporte para las familias.

“No es lo mismo hablar de ese porcentaje de separación de padres en un país donde los servicios básicos, la economía funciona, donde hay toda una estructura de soporte”, apunta.

Argumentando el repunte de casos de COVID-19, el gobierno de Nicolás Maduro suspendió el reinicio de clases presenciales que habían previsto para el mes de abril y, de momento, no hay claridad sobre cuándo podrían reabrirse las escuelas.

Fuene: VOA