Las enfermeras del estado venezolano de Táchira están abandonando sus puestos de trabajo, y el principal hospital de la capital, San Cristóbal, funciona con sólo una cuarta parte del personal necesario para hacer frente a la pandemia de COVID-19.
Las enfermeras entrevistadas en el Hospital Central de San Cristóbal dijeron que la baja remuneración en medio de una gran carga de trabajo las ha impulsado a irse.
«Es duro ver morir a la gente por la falta de personal», dijo la enfermera Jennifer Leal, quien aseguró que no sólo faltan enfermeras sino también médicos en todo el hospital.
La escasez de enfermeras y médicos en la red de hospitales públicos venezolanos se ha agravado en los últimos años debido a la renuncia masiva de personal sanitario, que lucha por llegar a fin de mes.
Los sueldos de las enfermeras oscilan entre 2 y 3 dólares al mes. Una cesta de huevos cuesta 2 dólares.
Los salarios en Venezuela se fijan en el bolívar local, pero los precios se basan en su valor en dólares.
Además de los bajos salarios, los trabajadores de la salud se ven agobiados por largas y agotadoras jornadas de trabajo, incrementadas en gran medida por la falta de relevo oportuno en los diferentes turnos y áreas.
El cansancio ha obligado a muchos a renunciar, sobre todo en los últimos 18 meses, cuando sus funciones se han incrementado debido a la atención del COVID-19.
Fuente: Republic World