Venezuela rechazó ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), el nuevo informe que acaba de ser presentado sobre el país suramericano, por parte de la Misión de Investigación de la dicha entidad internacional.
El embajador de Venezuela ante el consejo, Héctor Constant Rosales, desconoció “la legitimidad de la Misión que lo ha elaborado; el informe adolece de una cantidad de falsedades e improperios que resulta imposible otorgarle la más mínima seriedad».
«No existe ningún rigor metodológico y científico en su elaboración, habiendo sido realizado a distancia por una suerte de misión fantasma constituida contra Venezuela y monitoreada por los gobiernos subordinados a Washington”, consideró.
‘Es un informe politizado y parcializado basado en el estándar probatorio de motivos razonables para creer, el cual recurre a fuentes anónimas que nadie podrá verificar’, explicó el representante del Gobierno bolivariano al intervenir en la 48 sesión del organismo internacional.
Asimismo, subrayó que la única finalidad de la misión de determinación de hechos gira en torno a legitimar falsas realidades ampliamente mediatizadas con fines políticos para debilitar el progresivo estado constitucional de los derechos humanos en Venezuela.
A su vez resaltó que “estos informes son bien financiados, por varios millones de dólares dispuestos para su elaboración, a pesar de la grave escasez de recursos que padece las Naciones Unidas”.
«Estamos ante un informe extremo politizado, parcializado y selectivo, cuyas afirmaciones nuevamente se basan en el muy cuestionado estándar probatorio de motivos racionales para creer, por el cual se pretende justificar cualquier desatino sin verificación ni prueba alguna”, sostuvo.
Además, señaló que “las medidas coercitivas son un ataque generalizado y sistemático cometido contra nuestro pueblo que nos ha llevado a llevar el caso ante la Corte Penal Internacional y que hoy se encuentra en la segunda fase de su examen”.
Fuete: Tele Sur