El ex jefe de la inteligencia venezolana, detenido hace días en España, tenía acceso a información privilegiada sobre los vínculos del chavismo con el narcotráfico, y sus relaciones con la guerrilla colombiana y con grupos terroristas como Hezbollah. Conozca los datos más escabrosos de cada uno de los oficiales que crecieron con la revolución.
Alrededor del Mayor General retirado del Ejército, Hugo Armando Carvajal Barrios, recientemente detenido en Madrid, se tejen innumerables especulaciones, unas más adornadas que otras, algunas afirman que no le causa preocupación a Maduro, otras son teorías conspirativas sobre los carteles de la droga y hasta que estaría infiltrado en el gobierno interino de Juan Guaidó. El Pollo, como lo llaman, es el depositario de los más importantes secretos de la estructura de poder de la revolución bolivariana.
Aunque el alto funcionario hace temblar a los funcionarios civiles y militares, el verdadero interés en él es que conoce el origen y destino de los recursos, económicos y humanos, utilizados por Hugo Chávez para construir la estructura geopolítica que tuvo éxito en sus años de presidencia y el papel del entonces canciller Nicolás Maduro en ella, que no ha logrado aniquilar al poderoso imperio norteamericano.
Es cierto que la DEA ha mostrado interés en el ex jefe de la Inteligencia Militar, desde hace años, por la relación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), organización que Estados Unidos clasificó como narcoterrorista, pero para Estados Unidos ese interés no ha sido determinante en otros casos de militares venezolanos involucrados en el narcotráfico.
En octubre de 2019 Carvajal reveló: «En 2009 Hugo Chávez me ordenó verificar una situación irregular en nuestra embajada en Damasco y parte del resultado de esa investigación la instruyó para que se la pasara al canciller, la respuesta de Maduro fue» si se meten con Venezuela le prendemos fuego a Estados Unidos. » . Pensé, este está loco».
Los servicios de inteligencia y las fuerzas del orden estadounidenses hicieron varios intentos para tratar de llegar a un acuerdo con Carvajal. Hubo importantes gestiones para que el militar fuera a Estados Unidos como testigo y acusado, pero se negó. Algunos amigos del chavismo cercanos al general aseguran que se volvió inflexible en aceptar otra propuesta que no fuera la inmunidad total a cambio de proporcionar la importante información a la que tuvo acceso durante su gestión como director de Inteligencia Militar.
Carvajal, a quien militares y civiles siempre consideraron astuto, estableció una poderosa red de informantes. Chávez, que desconfiaba de su entorno después de lo ocurrido durante el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, le ordenó espiar a todo el entorno que le rodeaba, principalmente a sus hombres armados más cercanos de la Casa Militar o de la Guardia de Honor Presidencial. Esta poderosa estructura de inteligencia siempre contó con cuantiosos recursos financieros, a través de una abultada partida secreta que no era objeto de auditorías, ni siquiera del conocimiento, de la Contraloría o de cualquier otra entidad.
Ese nivel de vigilancia, en el caso de los militares, es más relevante de lo que muchos recuerdan, porque Carvajal logró espiar a miembros de las Fuerzas Armadas durante más de una década.
Desde que asumió la jefatura de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), el general Carvajal Barrios fue clave para decidir los ascensos en la institución militar. Hay ex militares y civiles que viven fuera del país, incluso en Estados Unidos, sobre los que Carvajal tiene mucho que contar y eso incluye las relaciones de esos militares con las mafias del narcotráfico.
El Pollo Carvajal manejaba y tenía acceso a información privilegiada sobre la estructura que Hugo Chávez creó en el continente. Este es un tema que involucra relaciones con la guerrilla colombiana, con grupos terroristas como Hezbollah, y otras implicaciones con organizaciones del continente.. No es sólo el tema económico, el del narcotráfico, sino el de las armas y el nivel de compromiso con determinadas personas y grupos; y en esa lista de espiados está el canciller Nicolás Maduro Moros.
Ya elegido presidente de la República, tras la muerte de Chávez, Maduro nombra a Carvajal, en abril de 2013, como jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, pero no para compartir el poder, sino para mantenerlo cerca. Nueve meses después, el mayor general deja el cargo, en medio de una tensa relación, además del problema creado por la abierta injerencia de los cubanos en los asuntos de inteligencia del gobierno y especialmente de la Fuerza Armada.
Carvajal espió a los militares de la época de Chávez como gran parte de los que luego llegaron al gobierno de Nicolás Maduro. Una de las estrategias más perversas, pero funcionales, de Chávez en el poder fue crear un expediente propio para cada funcionario; ese expediente guardaba fundamentalmente debilidades económicas, aunque no faltaban los familiares, incluso lapsos amorosos. No por casualidad se relajaron las medidas de control y se presionó al funcionario, aunque algunos lo hicieron voluntariamente y con una sonrisa, hasta que incurrió en acciones que ameritaban ser objeto de control y sanciones judiciales.
El actual preso de la justicia española conoce los secretos militares más escabrosos de cada uno de los oficiales que crecieron con la revolución, así como las tareas que cada uno de ellos realizó de forma ilegal, los entresijos de la relación con Cuba hasta las armas que se compraron a Rusia.
El hombre misterioso
Chávez (promoción 1975) mantuvo una estrecha relación con Carvajal Barrios, cuya amistad nació y se afianzó en las Fuerzas Armadas, siendo el número 59 de la promoción Pedro Camejo Negro Primero de la Academia Militar en 1981. Quien con los años sería presidente de Venezuela fue instructor de Carvajal, a quien llevó a la dirección de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM).
El ahora detenido fue el primer Director de Investigaciones de la DIM, entre los años 2000 hasta que fue nombrado, en 2004, subdirector del Cuerpo de Inteligencia; posteriormente, fue ascendido a Director, cargo del que Chávez lo destituyó a finales de 2011 tras un incidente en el que murieron varios miembros de las Fuerzas Bolivarianas de Liberación, ahora llamadas Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional (FBL / FPLN). Carvajal Barrios tuvo que pasar a retiro en julio de 2011, pero Chávez le prorrogó su condición de activo por seis meses más.
Durante sus años en la Inteligencia, Hugo Carvajal era el hombre al que todos en el poder del chavismo y de las Fuerzas Armadas mencionaban, pero pocos conocían realmente; El Pollo parecía una leyenda urbana. Su rostro era casi desconocido, aunque su nombre aparecía en todas partes, solo rodaba una foto vieja y borrosa sobre él.Todo cambió cuando en 2014 funcionarios de la DEA lo detuvieron en el aeropuerto de la isla de Aruba.
Fuente: Infobae