Trabajadores fantasmas venezolanos: el trabajador invisible detrás de AI

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Resumen
  • Cientos de venezolanos están trabajando en las sombras de la industria de la IA, algoritmos de capacitación para un pago mínimo.
  • Estos «trabajadores fantasmas» realizan tareas como el etiquetado de datos, la moderación de contenido y la recopilación de información.
  • A pesar de la industria de miles de millones de dólares, estos trabajadores apenas sobreviven en sus ganancias.
  • La situación destaca la necesidad de regulación y consideraciones éticas en la industria de la IA.

Hace siete años, la crisis económica en Venezuela obligó a Oskarina Fuentes a convertirse en un trabajador invisible en la industria de inteligencia artificial (IA). Su papel implica etiquetar datos para mejorar el rendimiento de los robots de Internet, ganando lo suficiente para sobrevivir. Fuentes, junto con cientos de otros venezolanos, es parte de una fuerza laboral que alimenta la industria de la IA, realizando tareas que van desde la recopilación de información hasta el contenido moderado.

Trabajadores fantasmas de AI

Estos «trabajadores fantasmas» son esenciales para el funcionamiento de los sistemas de IA. Proporcionan información a los modelos computacionales, permitiéndoles tomar decisiones, mejorar las búsquedas en Internet e incluso operar algoritmos complejos como los de los vehículos autónomos. A pesar de la importancia de su trabajo, estos trabajadores ganan entre $ 200 y $ 300 al mes, apenas lo suficiente como para sobrevivir.

La industria de miles de millones de dólares

Detrás de la industria de esta industria de mil millones de dólares, los trabajadores como Fuentes luchan por llegar a fin de mes. La profunda crisis económica en Venezuela ha obligado a muchos a buscar métodos alternativos de supervivencia, y las plataformas de etiquetado de datos, que no requieren calificaciones especiales, han surgido como una opción viable.

La necesidad de regulación

La situación de estos trabajadores destaca la necesidad de regulación en la industria de la IA. A pesar de las importantes contribuciones que hacen, estos trabajadores no tienen lazos formales con las empresas para las que trabajan y no tienen tareas regulares garantizadas. Su trabajo a menudo no se alinea con sus zonas horarias, obligándolas a trabajar en un momento dado.

El costo humano de Ai

El costo humano de la IA a menudo se pasa por alto. Los trabajadores como Fuentes, a pesar de sus invaluables contribuciones a la industria, se quedan para lidiar con condiciones de vida precarias. Su trabajo, que incluye tareas como moderar contenido para prevenir la circulación de escenas horribles en Internet, a menudo es un gravación mentalmente. Sin embargo, se les paga cantidades que apenas cubren sus necesidades básicas.

La explotación de la crisis económica

La crisis económica en Venezuela ha hecho que sus ciudadanos sean vulnerables a la explotación. Las plataformas de etiquetado de datos han aprovechado esta situación, ofreciendo trabajos que no requieren calificaciones especiales. Esto los ha convertido en una opción atractiva para muchos venezolanos que luchan por sobrevivir en medio de la agitación económica.

El llamado para mejores condiciones de trabajo

A pesar de las condiciones desafiantes, estos trabajadores continúan esperando mejores oportunidades. Fuentes, por ejemplo, espera que sus esfuerzos sean reconocidos y que sea considerada para obtener mejores oportunidades. Ella y sus colegas quieren que Appen, la plataforma para la que trabajan, continúen operando, pero también ofrecen más tareas y mejores salarios.

La necesidad de AI ética

La difícil situación de estos trabajadores subraya la necesidad de consideraciones éticas en la industria de la IA. A medida que la IA continúa impregnando varios aspectos de nuestras vidas, es crucial garantizar que la industria opera en principios que respetan los derechos humanos y la dignidad. Esto incluye salario justo y condiciones de trabajo decentes para todos los trabajadores, independientemente de su ubicación geográfica.


Conclusión

La historia de los «trabajadores fantasmas» venezolanos en la industria de la IA es un marcado recordatorio de las consideraciones éticas que deben abordarse en este campo. A medida que la IA continúa evolucionando y creciendo, es crucial garantizar que los trabajadores que contribuyan a su desarrollo sean tratados de manera justa y adecuada. La industria debe avanzar hacia un modelo más ético e inclusivo que respeta y valora las contribuciones de todos sus trabajadores.