Los buques petroleros de Venezuela (PDVSA), que transportan la fuente vital de divisas del país, corren el riesgo de derrames, hundimientos, incendios, colisiones o inundaciones, según un informe interno de la petrolera estatal PDVSA. El informe de la rama marítima de PDVSA afirma que más de la mitad de los 22 buques de la flota han recibido un mantenimiento tan deficiente que no son fiables ni seguros de usar. A pesar de que el informe de PDV Marina recomendaba medidas como retirar cinco petroleros del servicio y enviar siete a astilleros para su reparación, PDVSA no ha tomado ninguna medida mientras continúa la auditoría de las operaciones de la empresa.
Las consecuencias de la negligencia de Venezuela con su flota de petroleros incluyen la contaminación medioambiental y el riesgo para la vida humana. Reuters informó anteriormente sobre el aumento de colisiones de petroleros, riesgos de derrames e incendios en Venezuela. El deterioro de la flota también ha llevado a PDVSA a fletar petroleros, lo cual es costoso e insostenible. En 2022, PDVSA alquiló 41 buques, pagando el doble de la tarifa de mercado a los propietarios de petroleros dispuestos a trabajar con Venezuela a pesar de las sanciones estadounidenses impuestas en 2019. Cuatro petroleros encargados a astilleros extranjeros se han retrasado debido a retrasos en los pagos, aumentos de costes y sanciones, lo que agrava aún más la situación.
El estado de la flota de petroleros de PDVSA forma parte de un problema mayor de corrupción en el sector petrolero de Venezuela. Una investigación anticorrupción ordenada por el presidente Nicolás Maduro en octubre de 2022 descubrió que faltaban miles de millones de dólares en pagos por exportaciones de petróleo. Más de 60 personas han sido detenidas, y el director general de PDVSA y el ministro de Petróleo del país han sido sustituidos. Sin embargo, las auditorías ordenadas por el nuevo director general de PDVSA, Pedro Tellechea, podrían acarrear nuevos retrasos.
La situación de los petroleros de PDVSA pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas urgentes para resolver los problemas de mantenimiento, los retrasos en los pagos y la corrupción. La industria petrolera venezolana tiene potencial para ser una importante fuente de ingresos para el país, pero sin un mantenimiento y una inversión adecuados, la industria seguirá decayendo, perjudicando tanto al medio ambiente como a la economía.