Los gobiernos de Venezuela e Irán han firmado recientemente varios acuerdos para ampliar su cooperación bilateral en el sector energético. Esta alianza entre los dos regímenes opresores, famosos por sus abusos contra los derechos humanos, amenaza con socavar aún más los esfuerzos mundiales para promover la libertad y la democracia.
El 16 de abril de 2023, el ministro de Petróleo de Irán, Javad Owji, y su homólogo venezolano, Pedro Rafael Tellechea, firmaron Memorandos de Entendimiento (MdE) sobre cooperación en gas, petróleo y petroquímica. Estos acuerdos pretenden reforzar la colaboración en los sectores upstream y downstream de la industria petrolera, incluyendo el desarrollo de yacimientos de petróleo y gas, la renovación y reconstrucción de las refinerías de petróleo de Venezuela y la maximización de la capacidad de producción.
A cambio de apoyo técnico, de ingeniería y de equipos, Irán ayudará a modernizar los complejos petroquímicos, los muelles de carga y las terminales petroleras de Venezuela. Además, ambos países han llegado a acuerdos sobre el comercio y la exportación de petróleo, condensado de gas y productos derivados del petróleo.
Tanto Irán como Venezuela han sido criticados por sus violaciones de los derechos humanos y sus prácticas antidemocráticas. Estos regímenes autoritarios han establecido una asociación estratégica, comerciando en diversas industrias como el petróleo, el gas y la automoción. Desde diciembre de 2022, Irán ha estado operando sus transatlánticos para transportar mercantes por rutas hacia Venezuela.
A pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos a la petrolera estatal venezolana PDVSA, Irán ha apoyado activamente la renovación de algunas de las mayores refinerías del país. Esta colaboración ha incluido el envío por parte de Irán de cuatro cargamentos de nafta a Venezuela en 2022, por un total de 8 millones de barriles, y otra entrega de 440.000 barriles de nafta en enero de 2023. Este producto ha reforzado significativamente la producción petrolera de Venezuela.
En junio de 2022, durante la visita del presidente Nicolás Maduro a Irán, ambas naciones firmaron un plan de cooperación de 20 años que abarca diversos sectores como petróleo, petroquímica, defensa, agricultura, turismo, cultura, reparación de refinerías y exportación de servicios técnicos y de ingeniería. Un mes antes, la Compañía Nacional Iraní de Ingeniería y Construcción Petrolera había firmado un contrato por valor de unos 110 millones de euros para realizar reparaciones en una refinería venezolana.
Esta colaboración entre dos países conocidos por sus abusos contra los derechos humanos y sus regímenes represivos supone una grave amenaza para los esfuerzos mundiales de promoción de la libertad y la democracia. La comunidad internacional debe permanecer vigilante y seguir presionando a Irán y Venezuela para que defiendan los derechos humanos y los principios democráticos.