La ex tesorera del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, Claudia Díaz, ha sido condenada a 15 años de prisión por lavado de dinero. La sentencia fue emitida por un tribunal en Portugal, donde Díaz había sido detenida en 2019 a petición de las autoridades estadounidenses que la acusan de formar parte de una red de lavado de dinero que movió alrededor de 4.5 billones de dólares en activos.
Díaz, quien se desempeñó como tesorera nacional y jefa del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes) durante el gobierno de Chávez, había huido del país en 2018 tras ser acusada de corrupción. Desde entonces, ha estado viviendo en Portugal y luchando contra su extradición a los Estados Unidos.
La condena a Díaz es un recordatorio de la larga historia de corrupción que ha plagado al gobierno venezolano, especialmente durante el mandato de Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro. Según Transparency International, Venezuela es uno de los países más corruptos del mundo, ocupando el puesto 176 de 180 países en su Índice de Percepción de la Corrupción.
La condena también se produce en medio de la creciente presión internacional sobre el gobierno de Maduro, que ha sido objeto de sanciones por parte de los Estados Unidos, la Unión Europea y otros países por su represión contra la oposición política y su manejo de la economía del país.
La corrupción en Venezuela ha tenido un impacto devastador en la economía del país, que ha estado en una profunda crisis durante años. La escasez de alimentos y medicinas, la hiperinflación y el éxodo masivo de venezolanos son algunas de las consecuencias de la corrupción y la mala gestión gubernamental.
La condena de Claudia Díaz es una señal de que la justicia puede llegar incluso a los más poderosos en Venezuela y que la lucha contra la corrupción debe continuar.