La aprobación de una Ley que contempla la implementación de un impuesto de hasta 20% a las operaciones comerciales o financieras que se lleven a cabo en moneda extranjera o criptomonedas en Venezuela; no es una buena noticia para los ciudadanos y llega para complicar aún más la distorsionada economía del país, coinciden especialistas.
La semana pasada, la Asamblea Nacional de mayoría chavista aprobó una Ley de Reforma Parcial de Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGFT) que, una vez entre en vigencia, será aplicada a los ciudadanos que realicen actos de compra y venta de bienes y servicios.
Hasta tanto el presidente Nicolás Maduro establezca la alícuota general, se aplicará una tasa de 3%.
Cuando una persona acuda a una farmacia y cancele un monto de, por ejemplo, 100 dólares, deberá pagar una alícuota que varía entre 2% y 20%, siendo esta última una tasa que hará “prohibitiva” la adquisición de cualquier bien, apunta el economista y miembro del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), José Guerra.
Se trata de una Ley que impacta “a todos” y “al final va a ser un costo más para el consumidor”, añade el economista y profesor universitario, Luis Oliveros.
«Son más distorsiones a una economía que estaba dando señales de crecimiento. El sector comercial, que era de los motores principales de todo este crecimiento económico, va a ser uno de los más afectados con esta medida. Esto para mi es una mala noticia”, apunta Oliveros.
En un momento en el que, según el OVF, el sueldo mensual de un obrero en Caracas, la capital del país; es de 80,2 dólares mensuales y el costo de la canasta básica para una familia de 5 personas es de 365 dólares; un impuesto de este tipo representa un obstáculo más para el ya complejo día a día del venezolano.
Para Daniel Betancourt, abogado especialista en Derecho Financiero y Administrativo; “no hay tributos buenos o malos, pero los técnicos podemos apreciar de sus características su racionalidad”.
“Este tributo es regresivo por cuanto no toma en cuenta al rico o al pobre, simplemente por pagar en divisas se genera. No mide capacidad económica”, escribió en su cuenta en Twitter.
Como consecuencia de la hiperinflación que durante 4 años enfrentaron los venezolanos; se vivió una dolarización transaccional de facto; al punto de que el 67% de las operaciones se llevan a cabo en moneda extranjera en el país; de acuerdo a la firma de consultoría económica y financiera, Ecoanalitica.
Muchas de las transacciones ocurren en: euros o dólares en efectivo, o a través de Zelle, Paypal, tarjetas de crédito de bancos en el extranjero y otros medios. En esos casos, aún no está claro cómo operarán los comercios.
“El tema ahora es cómo se va a cobrar eso porque cuando hay sistema bimonetarios como en Venezuela, es difícil de cobrarlo porque no todas las empresas llevan la contabilidad en dólares”, detalla Guerra.
Fuente: Voz de América