Un total de 11 adultos y 13 niños que corresponden a seis familias sin parentesco habitan en las ruinas de una casa comunal del estado Trujillo. Allí los servicios básicos son precarios, la ausencia del vital líquido está ausente, la preparación de los alimentos es a leña y la distribución de la casa es improvisada.
Marbelis Abreu es madre de cinco hijos, alguno de ellos nació con dificultad para respirar. Durante una revisión médica gratuita le recomendaron algunos complejos vitamínicos para sus hijos, pero la falta de poder adquisitivo le ha impedido realizar la respectiva compra.
Añade que no tiene quien le dé “para una leche, para sus cosas personales”, comenta. Abreu solicita ayuda a las autoridades competentes para que le colaboren con las fórmulas para sus bebes.
Otras de las madres que convive en el lugar es Yoseline Santiago. Ella comenta que las tuberías negras colapsaron desde hace ocho meses por lo que los olores desagradables son constantes. “Eso huele demasiado horrible… el bebé se me enfermó, le dio neumonía”, acota.
María Paredes es otras de las habitantes. Actualmente se encuentra desempleada. Su hijo mayor es quien le colabora para poder sobrevivir. Recalca que ha solicitado ayuda a los diferentes políticos de la entidad regional, pero hasta la fecha no ha recibido respuesta, por lo que aún continúa viviendo en las ruinas de esta casa comunal.
Fuente: VPITV