Calculan en 17.000 los refugiados y migrantes venezolanos en Aruba y 17.000 en Curazao.

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Aruba y Curazao siguen recibiendo el flujo de refugiados y migrantes venezolanos, que a menudo emprenden peligrosos viajes para ponerse a salvo.

El ACNUR proporciona información y orientación sobre el proceso de asilo, regularización y documentación a los refugiados y solicitantes de asilo, al tiempo que explora las oportunidades de integración local y ayuda a los más necesitados.

Las islas acogen el mayor número de refugiados y migrantes venezolanos en comparación con la población local del mundo, ocupando el primer y el tercer puesto de la lista, con 159 y 102 desplazados por cada 1.000 habitantes, respectivamente.
Aunque la mayoría llegó a las islas como turistas o con un permiso inicial, muchos se quedaron más de lo debido, y han luchado por regularizar su estancia y permanecen en situación irregular en ambos países, sin acceso a los servicios sanitarios y sociales públicos. La Convención de 1951 se aplica a Aruba, pero Curazao no se considera obligada por este instrumento y no existen vías de fácil acceso para obtener un estatus regular. Esta falta de estatus expone a los venezolanos a abusos, explotación y detención. La pandemia de COVID19 ha exacerbado aún más estos riesgos, donde los medios de subsistencia se han vuelto difíciles de asegurar. Ambas islas confirmaron que todos los refugiados y migrantes tendrían acceso a las vacunas para ayudar a frenar la propagación del virus, y que miles de ellos ya han recibido la primera o segunda dosis.
Teniendo en cuenta el pequeño tamaño y la limitada capacidad de absorción de ambas islas, el ACNUR sigue colaborando con sus socios, incluso en el marco de la plataforma Respuesta para los Venezolanos (R4V), para facilitar el acceso al asesoramiento jurídico y la asistencia legal, la atención sanitaria primaria, la asistencia a los refugiados y migrantes vulnerables (incluidos los supervivientes de la violencia de género), la integración, la coexistencia pacífica y la autosuficiencia.

Fuente: Reliefweb