El presidente de Venezuela fue señalado por EE. UU. en 2020 por supuestos delitos de corrupción y narcotráfico. Desde entonces, su primer viaje al extranjero se produjo este pasado fin de semana. ¿Qué opinan expertos?
Maduro viajó el fin de semana pasado a México para participar en la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Se trató de su primera salida al extranjero luego de que, en 2020, el Departamento de Estado, el de Justicia y la agencia antidrogas estadounidenses solicitaran su captura por presunta responsabilidad en cargos de narcotráfico y corrupción.
El jefe del Gobierno venezolano participó sin inconvenientes migratorios en la reunión de presidentes regionales, si bien los gobiernos de Paraguay y Colombia recriminaron su presencia en el evento en suelo mexicano.
Maduro no tiene a su nombre orden alguna de captura internacional ni una condena firme por parte de tribunales locales o extranjeros que demanden su arresto dentro o fuera de Venezuela, aclara el especialista en relaciones internacionales y docente universitario Lauren Caballero.
“Más allá de que ciertos tribunales de un Estado en particular hayan solicitado la captura de Maduro o haya una recompensa, no hay fundamento desde el punto de vista de la justica internacional para proceder a una acción de este tipo, que implicaría la captura de un presidente en ejercicio en un tercer país”, comenta Caballero en conversación con la Voz de América desde Venezuela.
Considera que los debates sin fundamento en redes sociales han generado “confusión” sobre la presunción de que Maduro es un prófugo internacional.
Cree que, en caso de su detención, habría “consecuencias muy graves” y violaciones de soberanías y tratados internacionales de parte de Estados Unidos o aliados que decidan arrestarle con base en las acusaciones norteamericanas.
Dice no conocer de precedentes de arrestos en un tercer país de gobernantes en ejercicio, autócratas o no, pues detenciones como las del chileno Augusto Pinochet, en Inglaterra, en 1998, y del peruano Alberto Fujimori, en Chile, en 2005, ocurrieron años luego de haber abandonado sus cargos.
En organismos de cooperación interpolicial, como la Interpol, no existe una notificación roja contra Nicolás Maduro. “Queda clarísimo que Maduro es jefe de Estado de su país. Sería un gravísimo error acometer una operación de ese tipo. Quien la lleve a cabo tendría mucho más que perder que ganar”, dice.
Fuente: Voz De America.