Venezolana ganadora de El Aprendiz en Singapur trabajó en una heladería y ahora gana 250.000 dólares

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Transformación. Con esa palabra describe Jessica Ramella su experiencia en la competencia El Aprendiz de Singapur. Ramella es la primera venezolana en ganar el programa en todas sus versiones. En 2012, Dayana Mendoza y Patricia Velásquez lo intentaron en Estados Unidos, pero no lo lograron.

Para Jessica Ramella, la persona que entró al programa no es la misma que salió ocho semanas después. La competencia, dice, la obligó a descubrirse y la hizo entender su capacidad. Asegura que fue mágico poder descubrirse así misma.

Llegar al programa, sin embargo, con el que ahora tendrá un contrato de 250.000 dólares al año, no fue fácil. Lloró muchas noches lejos de su país porque creía que no podría cumplir sus sueños.

Se fue de Venezuela hace 13 años y sus padres no podían pagar sus estudios en el exterior. Foto: @iamjessicaramella

Luego se mudó a Londres para intentar terminar su carrera universitaria, pero no fue posible. Su primer trabajo fue vendiendo helados. De allí, alguien la recomendó para trabajar en Apple como vendedora. A pesar de las dificultades, nunca pensó en abandonar sus sueños.

«Nunca me imaginé que iba a llegar aquí, pero siempre lo soñé. Aunque me fui de Venezuela hace 13 años, la situación era totalmente distinta a la actual, llegué a tener ese sentimiento de no saber qué quería hacer con mi vida o de cómo iba a construir un futuro como el que tuvieron mis padres. También tenía hambre de conocer diferentes culturas y soñaba con salir para conocer el mundo», dice.

El Aprendiz en el camino
Poco a poco fue creciendo en los trabajos que hacía. En 2021, una amiga le dijo que The Apprentice: ONE Championship Edition estaba recibiendo postulaciones y que querían que hubiesen más mujeres en el programa.

Comenzó a investigar sobre El Aprendiz y se dio cuenta que tenía una vida muy parecida a la del empresario Chatri Sityodtong, CEO de ONE Championship -la compañía que realiza el reality-. Por ello, pensó que sería una buena oportunidad para continuar persiguiendo sus objetivos.

El Aprendiz
El Aprendiz: ONE Championship Edition invitó a 16 candidatos seleccionados de todo el mundo a competir en un juego de alto riesgo que involucró desafíos físicos y de negocios. El ganador recibió una oferta de trabajo de 250.000 dólares para trabajar directamente con el presidente y director ejecutivo de ONE durante un año como su protegido en Singapur.

«Nunca en mi vida pensé en aplicar a un reality. Me dí cuenta que mi vida era muy similar a la de Chatri. Me pareció que la coincidencia era muy grande y si quería algún mentor, lo mejor sería alguien que haya pasado por lo mismo que yo. Dos meses después estaba encerrada en hotel iniciando la competencia», señala.

Explica que el programa quería un deportista corporativo y por eso agregaron un elemento físico a las competencias. En ocho semanas durmió dos horas por noche. «Nadie que ve el programa, tiene idea de lo que sucede detrás. Vives en un hotel, en la burbuja del show. Tuvimos que hacer cosas que no nos dio tiempo de prepararnos. Cada episodio se graba en tres días, prácticamente no duermes», afirma.

Su intención también era romper con el estereotipo que se tiene sobre la mujer latina en el mundo. Demostrar que más allá de ser una mujer de carácter fuerte y luchadora; también puede ser una ejecutiva seria que se sienta en una mesa para negociar y al mismo tiempo ir en la noche a bailar salsa. Sostiene que eso es la mujer latina.

«Ser una venezolana que había sido aceptada en el show, dentro de tantas nacionalidades, y además ser la única que representaba a Suramérica, se sentía como un honor. Pero al mismo tiempo era mucha presión. Cuando ya estaba en el final de la competencia comencé a pensar que sería increíble demostrar que las venezolanas ganamos más que el Miss Universo y eso me daba ilusión de seguir haciéndolo», manifiesta.

Ahora, tiene como meta seguir creciendo como la aprendiz de Chatri Sityodtong durante este año. Pero también han nacido otros proyectos que quiere desarrollar. «Quiero ayudar a inspirar a las mujeres en todo el mundo. Inspirarlas a que sigan sus sueños y a que sean ellas mismas. También que puedan conseguir todo lo que quieran. Tengo miles de sueños que aún me quedan por alcanzar así que seguirán escuchando de mí», afirma.

Fuente: Revista Venezolana