Para nadie es un secreto la importante caída que sufrieron los precios del crudo durante el año pasado, en razón de la casi nula movilidad que experimentó el mundo con motivo de la pandemia. Muchos de los países exportadores –y compradores- de petróleo manejaban altos inventarios debido a la escasa demanda del mineral en el mercado.
Los precios se derrumbaron hasta niveles nunca antes visto en el transcurrir de los meses de 2020, y hubo necesidad de llegar a una gran cantidad de acuerdos entre las naciones que integran el cártel conocido como OPPY y la llamada OPEP+, (en la cual participa Rusia, para poder alcanzar el equilibrio en el mercado).
Como consecuencia de la baja en los requerimientos de crudo, especialmente en los países más industrializados -entre los que se incluyen los que participan en el G-20- se acumuló un importante exceso, el cual ha desaparecido prácticamente. Ello obliga a los productores a replantearse seriamente la necesidad de poner a andar sus plataformas de exploración y extracción del mineral para comenzar a satisfacer la demanda que se avecina, una vez que el mundo comience a levantar, paulatinamente, las medidas restrictivas de movilización y la economía continúe con su fase de recuperación.
De acuerdo con datos suministrados por Bloomberg, tal situación permitiría pronosticar que, a partir del mes de junio de 2021, los precios del crudo podrían volver a iniciar su tendencia alcista, en vista de que los requerimientos se incrementarían. Ya no hay petróleo en los depósitos y se requiere del combustible fósil para comenzar a despertar las finanzas mundiales.
Solo una quinta parte de reservas acumuladas por el desplome de la demanda del año pasado se mantenía en los tanques de almacenamiento de las economías desarrolladas en febrero, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).
De acuerdo con lo señalado por el jefe de investigación de materias primas de Citigroup, Ed Morse, los inventarios comerciales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), llamado “el club de los países ricos”, han regresado a su promedio de hace cinco años. La mayoría del excedente se concentra fundamentalmente en China.
En lo que concierne a las reservas de crudo en Estados Unidos, se sabe que estas descendieron al mismo nivel que tenían ates de desatarse la crisis sanitaria: 1.280 millones de barriles, según lo reportado por la Administración de Información de Energía de ese país.
Se espera entonces que, en la medida en que comience a repuntar la demanda de petróleo en el mundo, seguirán cayendo los inventarios globales, estimándose ese descenso en 2,2 millones de barriles por día, lo que impulsaría el precio del crudo Brent hasta los 74 dólares, de acuerdo con las expectativas de Citigroup.
De cumplirse estas proyecciones, podríamos entonces comenzar a hablar de “normalidad” en el sector de los hidrocarburos a partir del segundo semestre de 2021.
Fuente: Petroguía
Por Moris Beracha @morisberacha / Analista financiero