Mientras los gobiernos de Colombia y Venezuela se culpan mutuamente por un reciente estallido de violencia en la región fronteriza, las guerrillas del ELN que controlan efectivamente la región están pidiendo un alto el fuego.
La guerrilla aparentemente se niega a involucrarse en la violencia entre presuntos disidentes de las FARC y el ejército venezolano que ha matado al menos a ocho soldados en las últimas dos semanas.
El control del ELN sobre la provincia colombiana de Arauca y el estado Apure de Venezuela es prácticamente indiscutible, pero parecen evitar la lucha y el juego de culpas mutuas entre Bogotá y Caracas.
En un aparente intento de superar las incoherentes divagaciones del presidente venezolano Nicolás Maduro, la canciller de Colombia, Claudia Blum, afirmó el jueves que «terroristas como el ELN y los disidentes de las FARC durante un año han encontrado refugio en Venezuela».
El ELN ha estado activo en ambos países durante al menos tres siglos, a diferencia del Frente Décimo disidente de las FARC, que se rearmó en 2018 después de intentos de sabotear su proceso de paz.
Según el canciller, Maduro está luchando contra la disidencia de las FARC para tratar de desviar la atención «en lo que respecta a la relación cómplice entre la dictadura y los terroristas».
Blum olvidó convenientemente que el presidente Iván Duque está asociado con los escuadrones de la muerte de extrema derecha que están aterrorizando a Colombia y ganó las elecciones de 2018 con la ayuda de una organización de tráfico de drogas .
Días antes, Maduro afirmó que las guerrillas disidentes que luchan contra las autoridades colombianas fueron efectivamente enviadas por Duque, quien estaría “metido hasta el cuello en este plan” en una conspiración para derrocar al gobierno venezolano.
El ELN aprovechó la retórica delirante de los dos políticos para reiterar su llamado a un alto el fuego bilateral después de haber pasado los últimos años ampliando el control sobre el campo.
“Un acuerdo de alto el fuego bilateral y temporal con el Gobierno Nacional para enfrentar mejor al COVID-19 crea condiciones” para reanudar las conversaciones de paz mediadas con Duque, dijo este jueves a medios de comunicación el jefe negociador del ELN, “ Pablo Beltrán ”.
Mientras hablaban de paz, las guerrillas han utilizado los lazos deteriorados entre Caracas y Bogotá, y las crecientes crisis de ambos gobiernos, para imponer el gobierno de la guerrilla sobre regiones fronterizas abandonadas como Arauca.
Maduro rompió en 2019 relaciones diplomáticas que Duque se ha negado a restablecer, lo que permitiría a ambos países cooperar y recuperar el control sobre la frontera largamente descuidada y cada vez más inestable.
La violencia en el lado venezolano de la frontera ha desplazado a aproximadamente 5.000 personas en las últimas dos semanas.
Fuente: Colombia Reports