El estado Zulia en el occidente de Venezuela; Limita con Colombia
La Junta Internacional de Control de Estupefacientes (un organismo independiente dentro de las Naciones Unidas) publicó su informe anual para 2021 a fines de marzo que detalla hechos importantes sobre la presencia del Cartel de Sinaloa en América del Sur. El informe indicó que el Cartel de Sinaloa estaba activo en Zulia, un estado venezolano ubicado en la frontera con Colombia.
El documento indica que el cartel utiliza pistas de aterrizaje, ha construido centros logísticos y gestiona la recolección de drogas en cooperación con el grupo rebelde colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Venezuela, que se encuentra en una situación socioeconómica muy deteriorada, informó la destrucción de 36 pistas de aterrizaje clandestinas y la incautación de 23 aviones en 2019. La mayoría de las pistas de aterrizaje clandestinas del país se encuentran en Zulia, una zona importante para la fabricación de cocaína. Sin embargo, la cantidad de pistas de aterrizaje en Zulia podría ser mayor de lo informado.
Según informes de diversas organizaciones que monitorean el asunto, se han identificado unas 400 pistas de aterrizaje para el aterrizaje y salida de aeronaves con destino a las islas del Caribe y Centroamérica. Parece que las drogas que se transportan en avión desde Venezuela tienen como destino principal El Salvador y Honduras.
En noviembre de 2020 fue detenido en Colombia Gino Alfonso Garcés Vergara, capitán de la Fuerza Aérea Venezolana. Lo buscaban por aceptar sobornos de 500.000 dólares para permitir el paso de aviones cargados de drogas.
El año pasado, la ONU declaró que el Cartel de Sinaloa ingresó a Venezuela a través del municipio de Machiques de Perijá (estado Zulia), devastado por la violencia. El cartel ha cambiado la vida cotidiana de los alrededores, especialmente con la proliferación de la prostitución. Para aterrizar o despegar de las pistas de aterrizaje de Machiques de Perijá, los miembros del Cartel de Sinaloa pagan entre 40.000 y 60.000 dólares.
Fuente: Border Land Beat