Con miles de niños cruzando la frontera sur de Estados Unidos , todos los ojos están puestos en el próximo paso de la administración Biden para detener la crisis. Pero imagina si los miles fueran millones.
El presidente de Colombia, Iván Duque, quien se reunió con la Junta Editorial de USA TODAY el jueves, no tiene por qué imaginar. Es su realidad en un país mucho más pobre y mucho menos poblado que el nuestro. En los últimos cinco años, 1,8 millones de venezolanos han cruzado la frontera hacia Colombia , huyendo del incompetente y asesino dictador allí.
Para poner eso en perspectiva, eso es el equivalente a 11 millones de mexicanos que ingresan a Estados Unidos en solo cinco años, más de 2 millones al año.
En los Estados Unidos, tal crisis de inmigración causaría una reacción política masiva y un esfuerzo por cerrar la frontera. De hecho, eso es lo que ha sucedido en Chile, Perú y Ecuador, donde una avalancha similar de venezolanos ha afectado a la opinión pública.
El presidente colombiano Iván Duque en la Casa Blanca en 2019.
Pero Duque ha hecho lo contrario, ofreciendo un estatus de protección temporal (TPS) de 10 años a los refugiados, lo que les permite trabajar legalmente, obtener atención médica y ayuda financiera subsidiadas e inscribir a sus hijos en la escuela. Eso es a pesar de que la mitad de los venezolanos son inmigrantes indocumentados.
“No somos una nación rica, pero intentamos hacer algo humanitario”, dijo a USA TODAY, señalando los lazos entre Colombia y Venezuela. Duque cita el hecho de que miembros de su propia familia buscaron refugio en Venezuela durante tiempos más difíciles en Colombia y el hecho de que muchos venezolanos lucharon por la independencia de Colombia de España.
Colombia ha sido generosa durante la crisis de refugiados a pesar de la falta de ayuda de la comunidad internacional. Según un informe de Brookings Institution, hay casi tantos refugiados venezolanos como refugiados de la guerra civil siria. La ayuda exterior por un total de más de $ 20 mil millones se ha vertido para los sirios. Eso es más de $ 3,000 por refugiado. Los más de 5 millones de refugiados venezolanos repartidos por varios países de América del Sur han recibido ayuda por valor de menos de 300 dólares cada uno, la mayoría en préstamos, no en subvenciones u otras ayudas sin condiciones.
Y esta crisis no terminará pronto. La dictadura de Nicolás Maduro no ha mostrado signos de dejar el poder en Venezuela, incluso cuando la comunidad global ha intensificado el aislamiento económico y diplomático de la nación.
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Duque quiere más ayuda internacional para ayudar con los costos del cuidado de los refugiados, pero dice: «Hay que atender la causa de la crisis».
La administración Biden ha señalado el mismo enfoque para nuestra propia crisis fronteriza, tratando de ser más humanos mientras trabaja para asegurarse de que se atiendan las causas fundamentales en América Central.
Mientras Duque espera el cambio en Caracas, él y Colombia brindan un brillante ejemplo de cuánto más podría hacer Estados Unidos por sus propios inmigrantes.