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Poco después de haber culminado la trilogía musical de Romance dance, cargada de ritmos bailables y dedicada al amor, el cantante venezolano Víctor Drija aborda el barco de los ritmos urbanos con Beber, un tema que no solo se caracteriza por rendirle tributo a “la calle” sino que pretende servir de catapulta para su intérprete, que aspira a la internacionalización definitiva.
-Beber es una canción que suena muy diferente a sus trabajos anteriores. ¿A qué se debe este cambio?
-Están pasando muchas cosas nuevas en mí, pero también en la música. Así trabajes a partir del ensayo y error, la gente pide algo más que música, quiere un hit, y eso es lo que hay que darle al público.
-¿En qué se inspiró para escribirla?
-Este es un trabajo en conjunto con un barquisimetano que lleva por nombre Andy A y surge de la necesidad de ponerse retos que me permitan dar pasos sólidos como artista. Además, debía amoldarme a lo que me pedían las masas sin dejar de ser yo. Creo que este es el verdadero reto de los cantantes.
-¿Por qué le canta ahora a la ruptura sentimental?
-No hay una razón particular ni es algo que estaba premeditado. Beber llegó a mis manos en forma de esqueleto y yo lo que hice fue darle forma y cambiarle algunas melodías y palabras para que sonara mejor y se pareciera más a mí. Le di el toque personal que necesitaba para entretener y divertir a todos los que la escucharan. Así fue como fluyó todo.
-Beber ya tiene un lyric video, ¿habrá un videoclip promocional?
-Posiblemente venga. Ya estoy trabajando en la preproducción, pero todavía no hemos definido nada, pues estoy esperando que se incorporen dos artistas internacionales para el remix del tema. Cuando eso esté confirmado, decidiré si hago el material audiovisual de esta nueva versión o de la canción original.
-¿Piensa publicar un disco próximamente?
-Me gustaría. He escrito hasta ahora 20 canciones de las que escogí esta como primer sencillo, pues era el que sonaba mejor para promocionar. De ese lote después saldrá otra que valga la pena. Y es que por la propia velocidad de la industria musical estoy trabajando con la publicación de los sencillos de forma individual. Todo el mundo lo está haciendo así en el exterior y creo que es una manera mucho más fácil para la gente de consumir la música. Ya nadie va a las tiendas y compra un disco completo sino que prefiere escoger los temas que más les gustan. Por eso sacamos Beber y después vendrá otra y luego otra. Cuando tenga varias supongo que las juntaré en un compilado que formará parte del disco.
-En el mercado anglosajón parece ocurrir lo contrario.
-La diferencia es el nivel cultural. Si a eso le sumas que son muchos y hay un mercado musical para cada gusto y para cada género, incluso en el pop (por más segmentado que esté), tienes como resultado una gran rentabilidad para los artistas que deciden invertir 300 mil dólares en un disco que contiene entre 13 y 15 canciones, pues saben que se va a vender bien. Sin embargo, los artistas nuevos e independientes trabajan con los temas de forma individual y después quizás es que todo el trabajo se reúne en una producción discográfica, pero no es algo obligatorio. Así es como la industria ha ido cambiando y es lo que la gente quiere.
-Cómo va la internacionalización de este proyecto?
-La canción es un poco más urbana, más de calle y mucho más directa que las anteriores, y eso me ha ayudado muchísimo. Así que me abrió otros mercados como el caribeño y el norteamericano.
-¿Ha pensado en volver a la televisión o explorar otras ramas artísticas?
-Siempre lo pienso, pero cada vez que me plantean participar en una producción teatral o dramática me doy cuenta después que el calendario propuesto me coincide con espacios que ya tengo comprometidos con la música. Esto es lo que más me gusta hacer y no puedo decir que no, pero tarde o temprano querré incursionar en algo nuevo y puede que me meta en algo diferente como el teatro musical, que me encanta.
-¿En cuál obra musical le gustaría estar?
-West side story es una de mis favoritas, pues no solo es lo que dice la pieza sino que tuve el placer de ver a mi hermano (George Akram) protagonizarla en Broadway. Vaselina me fascina. El fantasma de la ópera y Memphis también. Casi todos las que son inspiradas en los años 50, porque estoy enamorado de esa época.
-¿Qué otros proyectos tiene en puertas?
-Estoy en medio de la gira de conciertos de Venezuela es música, organizada por Nacho junto con otros cantantes. Pero mi proceso creativo de escribir canciones no para pues es otra de las cosas que más me gusta hacer.
EU
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