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El presidente Nicolás Maduro afirmó que las reuniones gobierno-oposición, con el acompañamiento del Vaticano, la Unasur y ex presidentes, podrían extenderse durante los próximos dos años para garantizar la paz.
«En la mesa de diálogo nos quedamos todo 2017 y todo 2018», expresó el mandatario en su discurso por el 96° aniversario del Día Nacional de la Aviación Militar Bolivariana.
Advirtió nuevamente que no permitirá que la oposición abandone la mesa y pidió trabajar conjuntamente para resolver los principales problemas de los venezolanos. «Los obligué a sentarse en la mesa de diálogo, y no se habían terminado de sentar cuando ya se iban a parar. Nosotros lo que estamos tratando es de llegar a un acuerdo para que cese la guerra por parte de ellos porque ellos saben que nosotros no nos vamos rendir ni por las buenas ni por las malas», aseveró.
En contraposición, el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús Torrealba, reiteró que el principal objetivo de la oposición es definir un cronograma para elegir un nuevo presidente, lograr la apertura de un canal humanitario para que entren al país alimentos y medicinas, así como la liberación de los presos políticos.
«La gente quiere un diálogo con resultados, con capacidad de generar cambios positivos en la realidad, no un diálogo para hablar pistoladas», enfatizó.
Torrealba también acusó al Tribunal Supremo de Justicia de torpedear las negociaciones. «El TSJ es un poder al servicio del gobierno que dificulta con sus sentencias los avances que se puedan dar en el diálogo».
La semana pasada ninguna de las cuatro comisiones se reunió debido a la ausencia del gobierno. Vicente Bello, de la MUD, afirmó que esperan la reprogramación de las citas debido que hasta el momento «el diálogo se encuentra en un punto muerto».
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