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Los analistas de las principales entidades financieras españolas aplauden la fusión de Bankia y BMN que estudia el Gobierno y que, sin embargo, ha generado numerosas criticas por parte de los banqueros.
Para los expertos, la unión en un solo grupo de las dos entidades en manos del Estado tiene «sentido económico, industrial y aporta valor a los accionistas de ambas», en última instancia, el propio contribuyente.
Desde el departamento de análisis de Bankinter destacan que la fusión supondría un ahorro de costes del 20 %, mientras que los expertos de BBVA hacen hincapié en que, desde una perspectiva estratégica, la operación tiene mucho sentido por la implantación geográfica de BMN en zonas de escasa presencia para Bankia.
A pesar de estos argumentos, los consejeros delegados de Bankinter, María Dolores Dancausa, y BBVA, Carlos Torres Vila, han sido algunos de los banqueros que han criticado públicamente la fusión en las últimas semanas.
Los dos fueron los primeros en abogar por que Bankia se centre en devolver las ayudas recibidas y BMN, fruto de la alianza de Caja Murcia, Caja Granada y la balear Sa Nostra, sea subastada.
Es lo que sucedió con Novacaixagalicia, CatalunyaCaixa y Banco de Valencia, puesto que las inyecciones de fondos europeos recibidas teniendo en cuenta su tamaño las abocaban a una subasta o una liquidación y les colgaban la etiqueta de entidades «en resolución».
Pero Bankia y BMN estaban en otra categoría a ojos de la Comisión Europea, la de entidades «en reestructuración», y para ese fin eran las ayudas públicas que se les inyectaron, aunque debían pagar un peaje, que no era quedar en disposición de cualquier otro banco, sino disminuir su tamaño, número de oficinas, empleados y salir de determinados segmentos de actividad durante un tiempo concreto.
Este plazo estaba limitado a 5 años y finaliza en el verano de 2017, por lo que a partir de entonces estas entidades, al igual que ha pasado en el resto de Europa con la holandesa ING o la británica RBS, podrán volver a jugar un papel protagonista y tendrán vía libre para participar en operaciones corporativas, entre las que se incluye la fusión si su principal accionista, el Estado a través del FROB, considera que es la opción más acertada.
Para dar en el clavo, la consultora AFI será la encargada de asesorar al fondo de rescate bancario, el FROB, pero desde ya, los analistas dan por hecho que la unión es la mejor opción, y no sólo los de Bankinter o BBVA, sino también los de otros bancos españoles como Santander y CaixaBank.
Los expertos del Banco Santander han llegado también a la conclusión de que la fusión de las dos entidades nacionalizadas es una vía de crecimiento «muy interesante» para Bankia en zonas en las que tiene escasa presencia, y también la ven como una fórmula para que ambas mejoren su productividad y eficiencia en cuanto al coste del crédito.
Además, desde el Banco Santander destacan que Bankia, fruto de la unión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas, tiene una «experiencia exitosa» en la rápida integración de redes bancarias, por lo que auguran que los ahorros de coste superarían el 30 %.
En el caso de CaixaBank, sus analistas reconocían que la fusión planteada tenía «sentido estratégico y financiero» y Bankia podía emplear su exceso de capital y provisiones en la operación.
Al margen de la banca española, los expertos de Credit Suisse o Morgan Stanley también han aplaudido la posible fusión, ya que la entidad helvética considera que Bankia podría mantener su compromiso de reparto de dividendo y la estadounidense calcula que los ahorros de costes de este nuevo gigante, con más de 2.500 oficinas y 17.350 empleados en España, pueden llegar hasta el 40 %.
De llegar a buen puerto la fusión, el Gobierno considera que el nuevo banco allanaría el camino para recuperar las ayudas públicas, 22.424 millones en el caso de BFA-Bankia y 1.645 millones en BMN.
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