[ad_1]
- La gran diferencia es la capacidad de realizar operaciones sin coste
- Los bancos deben aprovechar el aumento de las transacciones
Foto de Getty
La innovación tecnológica está cambiando las expectativas de los clientes de la banca. Los usuarios se están acostumbrando a la rápida capacidad de respuesta, a la comodidad y personalización que han experimentado gracias a las aplicaciones descargadas en sus teléfonos móviles para llevar a cabo de forma rápida y sencilla operaciones que antes tenías costes económicos y de esfuerzo.
Matteo Cassina, director del negocio institucional del banco danés Saxo Bank, explica que «la digitalización está haciendo que los clientes tengan cada vez más acceso a servicios gratuitos, o casi gratuitos, una fuerte tendencia que hace que muchos se pregunten cómo las empresas sobrevivirán si se ven obligadas a reducir al máximo sus tarifas o, directamente, a no cobrar por ello. Sin embargo, más que suponer una preocupación para el sector bancario, puede que estemos ante una nueva puerta abierta de negocio».
Adaptarse o morir
Dentro del sector financiero, lo verdaderamente novedoso no es poder pagar tus compras o una cena con el teléfono móvil en sí, que indudablemente es un gran adelanto tecnológico, sino la capacidad de mover dinero entre diferentes personas y a cualquier parte del mundo casi sin coste. Esta es la verdadera revolución tecnológica para los clientes retail de los bancos. ¿Todo un desafío para la banca y las fintech?
«La revolución real se está dando en los propios pagos, en la posibilidad de mover dinero virtualmente de forma mucho más barata, internacionalmente. La capacidad de hacer una transacción o un pago de cientos de miles de dólares de forma virtual, como cliente retail, supone un coste mucho más barato frente al que te cobra una empresa si quieres hacer una transacción en dólares con un banco para pagar a un proveedor en Japón», destaca este experto de Saxo Bank.
«La clave de este nuevo escenario para los bancos pasa por volumen a bajo coste. Mover nuestro dinero a lo largo y ancho del mundo podría costarnos 1 céntimo, a diferencia del 3% de comisión que han estado cobrando muchos bancos por mover grandes cantidades de capital. Pero la diferencia es que ahora, con la posibilidad de hacerlo a bajo coste, se multiplicarán las transacciones, lo que indudablemente beneficiará a las entidades», destacan desde la entidad nórdica.
Si tenemos cinco millones de personas pagando por el móvil y moviendo dinero constantemente de forma diaria, aunque sólo se gane un céntimo por cada pago, los ingresos de los bancos serán mucho más altos de lo que son a día de hoy. Puesto que este tipo de operaciones no genera un acaparamiento de los recursos del banco, como sí lo hace el cliente que va la sucursal y realiza su operación con un trabajador del banco.
En el mundo de la inversión hay un mensaje de cambio, donde las comisiones se moverán hacia cero. La presión de márgenes será cada vez mayor. Los bancos tienen que reducir significativamente los costes, pero aumentar significativamente los volúmenes, asegura Matteo Cassina.
PUBLICIDAD
[ad_2]
fuente