ADIOS a Fedora

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Regresaste a tu casa,

A orar por tus padres
y los abuelos,
por los primos y tíos,
y los amiguitos de la escuela,
y por quienes te lloran,
y también por los que oramos,
   para que sanaras.

No iras a la universidad.
     pero tendrás a Jesús por maestro.
No jugarás con tus amigos,
     porque los ángeles jugaran contigo.
Tus padres ya no te cuidaran,
     ahora cuidarás de ellos.
No te verán crecer,
     tú les verás crecer a ellos.

El dolor ya no tiene poder sobre ti,
     ni el miedo,
     ni la muerte.

A ti que eres Amor,
     y que vives por siempre,
     Compasivo y
     Misericordioso.

Gracias por el instante
     por ese guiño de tiempo,
     que tu voluntad soberana,
     nos permitió disfrutarle.

 

Víctor M. Hernández.
Director Help Venezuela.