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Los máximos dirigentes de la guerrilla izquierdista de las FARC llegaron este lunes a Colombia procedentes de Cuba para firmar el nuevo acuerdo de paz e impulsar la implementación del pacto, ajustado con el Gobierno después de que el inicial fue rechazado en un plebiscito.
«Secretariado Nacional de FARC en la ciudad de Bogotá para reuniones sobre implementación de acuerdo definitivo», dijo el grupo rebelde en una de sus cuentas de Twitter. Los jefes de la guerrilla llegaron en un vuelo privado procedente de La Habana y en medio de un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó vehículos blindados.
La llegada de Rodrigo Londoño, alias «Timochenko», el principal comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y de otros dirigentes del grupo rebelde se produjo en medio de una reciente ola de ataques y asesinatos de dirigentes sociales vinculados con un grupo político de izquierda, lo que provocó una protesta de la guerrilla.
El grupo insurgente consideró el asesinato de tres dirigentes sociales y los atentados contra otros dos como «un río de sangre que amenaza con arrasar el proceso de paz», mientras que la Organización de las Naciones Unidas se declaró preocupada y la izquierda consideró los hechos de violencia como una campaña de exterminio de fuerzas de extrema derecha.
La firma del nuevo acuerdo, en lugar y fecha por definir, permitirá la refrendación posiblemente a través del Congreso y su implementación para que unos 7.000 combatientes de las FARC dejen las armas y conformen un partido político, después de 52 años de una violenta confrontación que ha dejado unos 220.000 muertos y millones de desplazados.
El inesperado resultado del plebiscito celebrado el 2 de octubre obligó al presidente Juan Manuel Santos a iniciar un diálogo con la oposición política liderada por el ex presidente Álvaro Uribe y a reabrir las discusiones en Cuba con las FARC para modificar el acuerdo.
El triunfo del «No» le impidió al mandatario implementar el acuerdo inicial de paz sobre los temas sensibles de desarrollo rural y agricultura, política, lucha contra el narcotráfico, justicia y un cese bilateral y definitivo del fuego supervisado por la ONU.
Pese a los ajustes y cambios al pacto original, la oposición que lidera Uribe ha manifestado su inconformismo con el nuevo acuerdo debido a que los líderes rebeldes mantienen la posibilidad de ocupar cargos de elección popular sin pagar cárcel por sus crímenes en medio del conflicto.
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