Donald Trump, ¿Una amenaza para la Paz Mundial?

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Tras las elecciones presidenciales de los EE.UU. el martes 8 de noviembre de 2016, los análisis se han multiplicado y han ido en aumento, mientras que paralelamente las tensiones crecientes de la compleja situación geopolítica mundial se continúan agudizando.

Por el momento nadie sabe a ciencia cierta, cuáles serán las decisiones políticas del Presidente electo Donald Trump ante un escenario de cambios profundos en la correlación de fuerzas entre las potencias. La rivalidad económica en el terreno industrial, comercial y financiero sumada a la tensión mundial, establecen señales de alerta de poténciales conflictos que pudieran hacer insostenible la paz mundial. Detengámonos por un momento a reflexionar sobre esta premisa.

El pacto nuclear con Irán, la amenaza nuclear de Corea del Norte, las guerras de Irak, Siria y Yemen, el cambio climático, la disputa que mantiene China en los Mares del Sur que involucra además a otros países del sudeste asiático, como Vietnam, Malasia, Brunei y la República de Indonesia que reclaman soberanía territorial sobre el archipiélago Spratly y los recursos marítimos de los mares céntricos del Asia Sudoriental, los cuales tienen una importancia geopolítica y económica por estar ubicados en medio de las más importantes rutas comerciales de la región, amén de disponer de importantes recursos energéticos y distintas especies marinas de importancia económica.

A lo anterior habría que sumarle que la evolución económica global, plantea serios riesgos para el crecimiento de los EE.UU. mientras que la incertidumbre sobre la política cambiaria de China, aumenta la volatilidad de los mercados financieros, y es que cuando los bancos dificultan los créditos, por lo general ello se corresponde con una señal de que se avecina una recesión. Los bancos a partir del tercer trimestre del año que está por terminar, estuvieron ajustando los estándares para préstamos comerciales e industriales de forma no vista desde la crisis del 2008. Sin embargo, se mantuvieron para los préstamos inmobiliarios y de consumo.

Esta actitud nos indica que, a pesar de la demanda interna que ha constituido el principal motor de crecimiento de la economía de USA producto de un plan de estímulos presupuestarios y monetarios por parte de la administración del Presidente Obama, pero este repunte en el crecimiento económico, no se ha traducido en un crecimiento del empleo.

En el mes de mayo de este mismo año (2016), se produjo la segunda caída mensual en la participación laboral dentro del sector del trabajo en USA, el cual se situó en el 4,9%. Esta falta del crecimiento en el empleo, complica la situación laboral en los EE.UU. lo cual pudiera reanudar los problemas de la economía dentro de un contexto mundial con serios problemas de crecimiento.

Así observamos como en Europa las políticas de ajustes aplicadas por FMI y BM no han ayudado a salir del estancamiento económico, a lo cual, a partir del próximo año, tendríamos que agregar la salida de Inglaterra de la Unión Europea, mientras que paralelamente las llamadas economías emergentes especialmente China, continúa disminuyendo su crecimiento. En este escenario, le tocara actual al reciente Presidente electo Donald Trump, el cual culpo durante su campaña al libre comercio de los problemas de los trabajadores de clase media de su país, especialmente, los trabajadores de Cleveland y Cincinnati en Ohio, al igual que los trabajadores de la ciudad de Rust Bel en Wisconsin.

Lo otro que tendríamos que considerar, son las guerras que hoy se escenifican en Siria, Irak y Yemen, a lo cual habría que agregarle la rivalidad ancestral entre saudíes e iraníes la cual tomo nuevos ímpetus a raíz del acuerdo nuclear entre Irán y los EE.UU. firmado el 14 de julio de 2015. Acuerdo este que puso fin a 35 años de enfrentamientos entre los dos países y el cual se iniciara el 16 de enero de 1979 cuando Mohamed Reza Pahlevi abandono el poder con dirección a Egipto para continuar posteriormente vuelo a los EE.UU.

Dentro de este análisis, es importante tener presente la posición del Comité de Asuntos Públicos EE.UU.-Israel (AIPAC) y la actitud de los republicanos respecto a la presión que ejercieron en contra del acuerdo. Ronald Dermer, embajador del régimen israelí en Washington fue un activista en tratar de convencer que el acuerdo representa un peligro para la seguridad nacional de EE.UU. y de Israel. De igual manera el Senador reelecto Marco Rubio sentenció: “que será responsabilidad del próximo Presidente devolver a USA una posición de fuerza y restablecer las sanciones contra Irán”.

Mientras tanto el Presidente electo Donald Trump, manifestó durante su campaña lo siguiente: “Mi prioridad número uno es desmantelar el acuerdo desastroso con Irán…Yo he sido un negociante por mucho tiempo, yo sé cómo se hace una negociación y déjenme decirles que este acuerdo es catastrófico para Estados Unidos, Israel y para todo el Medio Oriente”. Como podemos ver pues, la situación respecto a este acuerdo, se torna muy compleja desde el punto de vista de la geopolítica mundial.

Conjuntamente con todo lo anterior, a la guerra civil de Siria se le suma ahora, la de Irak y de Yemen, mientras que, el Estado Islámico defiende actualmente el control de Mosul en Irak y el de Alepo en Siria. En este contexto el Presidente ruso, Vladimir Putin ha sido acusado por Nathaniel Charles Jacob Rothschild (jefe de la dinastía Rothschild y a la que se le calculan trescientos billones (300) de dólares) de traidor al Nuevo Orden Mundial (NOM), y es que el Presidente Putin ha apoyado con la Fuerza Área rusa a Bashar al-Asad. El Presidente ruso ha demostrado que está dispuesto a jugársela hasta donde sea, para hacer nuevamente de Moscú una referencia importante en la lucha por un NOM. Ojala no se repita la historia extremista y neofascista de la lucha contra el Comunismo, pues ya se conoce la herencia que nos dejó esta historia.

Recientemente el Presidente Obama mostro preocupación por losefectos que puedan tener las decisiones del Presidente electo Donald Trump. “Tengo preocupaciones ante la Presidencia de Trump…El Gobierno federal y nuestra democracia no son una lancha rápida, son un transatlántico. Nos ha tomado mucho trabajo, incluso en nuestros primeros dos años. Yo le aconsejé que antes de que se comprometa a ciertas cosas, reflexione realmente…algunos aspectos del temperamento no le van a ayudar” en la Casa Blanca, al menos que los reconozca y los corrija”. Habría dicho el Presidente Obama. Ojala Donald Trump no sea una amenaza a la Paz Mundial.

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