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Donald Trump mantiene su promesa de deportar a los inmigrantes indocumentados, 3 millones de los cuales podrían ser expulsados después de que asuma el gobierno de Estados Unidos, declaró a la cadena CBS.
“Lo que estamos haciendo es tomar a los criminales y a quienes tengan antecedentes criminales, pandilleros, traficantes de drogas, probablemente 2 millones, incluso 3 millones; los vamos a sacar del país o los vamos a encarcelar”, dijo el mandatario electo.
Trump hizo de la seguridad en la frontera entre México y Estados Unidos uno de los puntos centrales de su campaña electoral.
El magnate de 70 años de edad indicó que el muro fronterizo que prometió no necesariamente será solo de ladrillos, sino que también se podrán utilizar cercos en algunos tramos. “Pero para ciertas áreas, un muro es más apropiado”.
Mientras tanto la oposición al mandatario electo persiste. Decenas de personas fueron arrestadas anoche en varias ciudades de Estados Unidos, como Indianápolis, Indiana, y Portland, Oregon, donde las manifestaciones contra el magnate acabaron en violencia, cristales rotos y gases lacrimógenos.
Al grito de “No es mi presidente” marcharon miles de personas por cuarto día consecutivo en una treintena de ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, Washington y Los Ángeles.
A su vez en Europa los cancilleres debaten el impacto del cambio de gobierno en un bloque debilitado por la crisis, la Unión Europea desea que no se afecte el tratado comercial que negocian. La OTAN advirtió que no es una opción separarse de la Alianza.
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