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Originally posted 2016-05-14 15:31:25.
Crecer…suena el reloj, te dicen a tal edad te casas, te gradúas, tienes hijos, luchas trabajas y eres famoso con tu negocio y algún día descansarás… Si es así, mejor es volverse loco, tienes casa, comida y vestimenta gratis, ¿lo has pensado?.
Crecer no es un asunto fácil, no depende mucho de la edad física, sino de las circunstancias que nos hacen dar un paso a lo desconocido. Algunos le llaman salto cuántico, ampliar la zona de confort, en fin, la idea es crecer, pero ¿de qué va ese asunto exactamente? No debería resumirse a los millones que tengas en el bolsillo, y según mi humilde y atrevida filosofía de vida, ni a los títulos académicos. Crecer es cuestión de actitud, digamos se parece mucho al estado de felicidad, amor, y pesar. Es cuestión de elección.
Hace poco, por motivos del día de la madre, me comunique con la mía, y así como muchos de ustedes nos pusimos a conversar. Mi sorpresa fueron los cuentos que pude recabar como si de una mini biografía se tratase. Me contaba cómo era mi actitud de niña. Sinceramente termine admirándola, soportar a una muchachita preguntona e inquieta como somos tu y yo, y ese millón de emprendedores que tiene el mundo, no creo resulte sencillo ni para los padres, ni para los educadores.
Volviendo al tema, mi madre me relato como una pequeñita con su triciclo se escapaba de casa para ir a los ríos de la Mucuy Alta (un pueblito merideño), vendía rocas a mis vecinos, y fiaba dulces en las bodeguitas cercanas. Estas fueron mis primeras experiencias de mercadeo infantil.
Un buen día, al no lograr mi capricho -no quería recoger mis juguetes ni usar un suéter para el frío-, le dije a mi madre que me marchaba de casa, que yo quería hacer las cosas a mi modo (tenía 5 años). Mi madre me recogió en una bolsa de tela mi ropa, la sujeto a un palo de madera similar a los de las escobas, me abrió la puerta y me dejo ir. Pasé alrrededor de 6 horas por ahí. En mi visión de niña “malcriada”, era toda una eternidad. Llegada la noche y al no ver que me darían una cama cómoda como la que tenía en casa, le dije a mis vecinos, ya es tiempo de volver, monte mi triciclo y me regrese. Digamos que estaba como a 4 cuadras de distancia.
Cuando volvía, recuerdo que aún estaba molesta, pero me toco aprender a bajar la cabeza. Era verdad, debía recoger mis juguetes después de usarlos, debía protegerme ante el frío que emana esa imponente cadena montañosa de la hermosa Sierra Nevada… Cuando reconocemos lo que nos molesta, cuando reconocemos que fallamos, que cada cosa tiene un lugar, un tiempo, un gracias, justo allí empezamos a crecer.
A veces, por afán nos desgastamos, como si fuéramos dioses del olimpo, queriendo dominarlo y controlarlo todo, cuando la vida, inclusive los negocios, son más cuestión de actitud. ¿Fracaso?, no le temas a él, lánzate de frente… ¿le tienes miedo?, bueno es natural, vívelo… pero lánzate por tus metas. Puede que vuelvas como esa niña a quien le toco bajar la cabeza y reconocer su fallo, no importa eso, no está mal. El error, es no salir a vivir la vida por ti mismo, el error es que te quedes como un árbol, cuando en realidad vives dentro de un inmenso bosque con riachuelos, paisajes e infinitas formas de vida.
Sé que muchos se ríen de mis analogías, y suponen que vivo en un cuento de Hadas, puede que sí, o que no, pero en @brujulayconciencia somos así. Queremos de modo empedernido a Venezuela, con nuestros altos y bajos, queremos que te sientas orgulloso de ser parte del desierto, selva, nieve y volcán, que implica nuestra bandera. Sí de algo estoy segura, es que muchos necesitamos a diario una chispita de vida, un empujonsito, una ilusión, que nos haga crecer, pero crecer con el corazón despierto y los ojos bien abiertos, así grandoteees tipo comiquitas chinas. Si te llenas de amargura, solo podrás sentir que tus metas son una carga, y si al contrario lo haces con curiosidad, con la mente vibrante, descubrirás cosas que ni pensabas. ¿Hace cuánto hiciste algo por primera vez? ¿Conoces de verdad tu ciudad, tus comidas típicas, inclusive conoces tu propia historia familiar?
Haz del proceso de crecimiento algo más real y auténtico, es tiempo ya que dejes de lado tanto mundo virtual, y alternarlo por contacto real, solo así, podrás abrirte al éxito. Y recuerda, crecer no es decir listo, me gradué, mi respuesta ante eso sería tomen su título cuélguenlo, y sean felices de verdad queridos amigos, salgan a vivir… Allí afuera hay muchos con altos cargos, Phd, y hasta artistas, que no saben ni dar un abrazo por temor, que no se enamoran, ni disfrutan del placer porque temen a que esas emociones crezcan, no temas al crecer.
Busca de modo sencillo en qué puedes mejorar y trabaja por eso. Si eres un una persona más feliz, estoy 100% segura que serás un jefe exitoso, emprendedor, abierto a las nuevas ideas, y un venezolano de esos que a modo desesperado estamos necesitando justo ahora. Trabajemos juntos, tú y yo, por hacer crecer nuestro país, pero hacerlo crecer de verdad: de dentro hacia afuera.
“De los montes quiero la inmensidad y del río la acuarela. Y de ti los hijos que sembrarán
nuevas estrellas…”
Autor: Aliss Daniela Mora J.
Fundadora y Directora de Brújula y Conciencia
brujulayconciencia@gmail.com
04269074166
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Crecer no es un asunto fácil, no depende…GabyMaría Gabriela
Cardozogabriela1601@gmail.comAdministratorEstrategia 360
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