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Este lunes fue revelado un nuevo crimen perpetrado por el Estado Islámico durante el avance de las tropas iraquíes hacia Mosul, en el norte de Irak. Se trató de una fosa común con 100 cadáveres decapitados hallada por soldados de Irak en la ciudad de Hammam Alil, situada a 20 kilómetros al sur del bastión de los radicales.
Por su parte, los milicianos kurdos Peshmerga lanzaron un nuevo ataque para reconquistar la ciudad de Bashiqa, ubicada a 13 kilómetros al nordeste de Mosul, mientras los aviones de la coalición internacional liderada por Estados unidos atacaron las posiciones del Estado Islámico en Raqqa, en apoyo de la ofensiva lanzada el pasado domingo por las fuerzas kurdas hacia la «capital» de los insurgentes en Siria.
La de Al Raqqa, no obstante, se preanuncia como una avanzada lenta y difícil, quizás más compleja que la de Mosul, donde las fuerzas leales llegaron al este de la ciudad, sin embargo, se encontraron con la adversidad de kamikazes y artefactos explosivos.
En tanto, catorce personas murieron y 43 resultaron heridas en nuevos ataques ocurridos ayer en Bagdad ; al parecer estos hechos vinculados también con el Grupo Estado Islámico.
Vale destacar que el pasado domigo, al menos 20 personas murieron en dos atentados suicidas ocurridos en la provincia de Salahuddin, norte de Bagdad: uno al ingreso de Tikrit y otro en Samarra.
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