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Al parecer toda la propaganda belicista que estaba propalándose últimamente en casi todas las agencias de información habría estado orientada a ocultar la gran colusión o gran acuerdo imperialista que está en proceso en estos últimos días entre las tres superpotencias más armadas del planeta (Estados Unidos, Rusia y China) a fin de sellar graves desacuerdos (contradicciones inter-imperialistas) que han estado empantanándolos con inmensas consecuencias para sus intereses sobre todo en Oriente Medio (Siria, Irán, etc.), la península coreana (RPDC) y el Este de Ucrania.
Pero las discusiones estarían centrándose por el momento en como destruir a la dirección revolucionaria de la gran RPDC y en el que se habría filtrado el demencial ataque nuclear preventivo sin tomar en consideración el fortísimo potencial nuclear de este país (RPDC), en tanto esperan imponer el atentado contra la integridad territorial de la heroica Siria,
Los consensos estarían discurriendo en primer lugar anotándose para el grupo de poder de Washington, además de las dos anteriores, el reconocimiento de América Latina como su traspatio y consecuentemente la caída del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, la no intromisión de China en Europa, que le dejen concluir sus pactos secretos y lesivos que pretende imponer a la Unión Europea con la «Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión» (TTIP) (conocido en lengua inglesa como Transatlantic Trade and Investment Partnership) y a Asia Pacifico con el «Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica» (TPP) (en inglés: Trans-Pacific Partnership), etc. De igual modo debe estar exigiendo a China que no se entrometa en Filipinas. Y a Rusia, que deje de inmiscuirse en Venezuela y Cuba, etc.
En tanto para el grupo de poder de Pekín significaría el reconocimiento del Mar Meridional de China como parte inalienable de su sagrado territorio, por lo que Estados Unidos debería retirar de inmediato sus provocaciones, la apertura completa de los mercados financieros en Estados Unidos y Europa para los capitales chinos.
Y para el grupo de poder de Moscú, el reconocimiento de Crimea y el Donbass. En la región del báltico (Este de Europa) su exigencia por el retiro inmediato de la armamentística de la OTAN, sobre todo, el Escudo Antimisiles.
En efecto la gran colusión se impone bajo presión de la gran crisis económica, el agotamiento y entrampamiento del sistema de producción capitalista, la persistente línea militar defensiva aplicada por China y el gran impasse en los tres frentes de conflicto existentes actualmente (Oriente Medio, Europa y Asia).
Entonces esta nueva realidad mundial, galopante y violenta, es preocupación enorme para los principales centros de análisis internacional bajo egida de las potencias imperialistas. Por lo que sellar la gran colusión, en un momento así, es un imperativo largamente esperado por las burguesías financieras como respuesta histórica al entrampamiento en que se encontraban.
Consiguientemente esta gran colusión no es cualquiera. Se puede decir de todo en su contra desde el punto de vista antiimperialista y comunista, sobre todo, comunista, pero para las burguesías financieras es un acuerdo histórico. Se forja impuesta por las nuevas condiciones que presenta la nueva realidad mundial, sobre todo, presionada fuertemente por los grandes hechos que últimamente se baten en el mundo.
Sus discusiones probablemente aún no están concluidas, pero sus consecuencias pronto se harán sentir. Un gran acuerdo imperialista que ninguna burguesía financiera lo subestimaría. Debe reorientar la confrontación inter-burguesa en el curso de la época multipolar. Pero jamás podrá frenar la gran carrera armamentística. La China capitalista y la Rusia putinista asumirán un gran papel. Sin olvidar que el Pentágono estará acelerado en el moldeamiento fascista del mundo con gran ímpetu en sus fuerzas paramilitares y en una demencial carrera armamentística por superar los disuasivos de las otras burguesías. En tanto la lucha de clases encenderá vivamente la revolución comunista pulverizando a los paramilitarismos fascistas y orientándose hacia la toma del poder y militarizando su organización remecerá el mundo desde sus raíces. Pero, en lo inmediato obligará al grupo de poder de Washington, en el curso del nuevo gobierno (elecciones en Estados Unidos con candidatos de la misma calaña), marchar hacia una nueva geoestratégia.
Consecuentemente esto no significará el fin de las contradicciones inter-imperialistas. Las refriegas inter-burguesas continuaran su curso. Las tesis marxistas a este respecto tienen plena vigencia. El belicismo estadounidense a pesar de la propaganda que huele a manipulación fenomenal en realidad es muy fuerte. Esto no puede negarse. Por lo demás es un indicativo de lo extremadamente agudo que son aquellas contradicciones. Por eso cuando hablamos de las características…
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