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Hundimientos, asfalto cuarteado, aceras destruidas y poco alumbrado público forman parte del ramillete de quejas expresado por los residentes de las avenidas Las Ciencias y Teresa de La Parra.
Caracas. Los vecinos de Los Chaguaramos dicen que le prenderán velas a San Judas Tadeo, el santo que todo lo puede, a ver si alguna autoridad capitalina se conduele de las calles y manda una cuadrilla para que asfalte no solo las avenidas principales, sino las laterales que son las que muestran la peor cara.
Desde la avenida Las Ciencias hasta Teresa de La Parra hay una parranda de huecos de todos los calibres, y a vuelo de pájaros se contabilizaron 53 troneras.
Los residentes y comerciantes de esta zona del suroeste capitalino dicen que hace mucho tiempo —ya perdieron la cuenta— no pasa un camión de asfaltado por esos lares.
“Y el problema es que cada vez que llueve empeora la situación. La calle se cuartea y se desprenden pedazos del asfalto. Además hay muchos desniveles en las aceras producto del levantamiento que hacen las raíces de los árboles”, dijo Tirso Suárez, un vecino de la zona, quien refirió que no hay una sola calle que se salve del deterioro. Comentó que una de las que más trabajo da a los conductores es la Agustín Codazzi, la cual tiene casi una cuadra completa llena de orificios de todos los tamaños.
A finales de agosto de este año, el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció la aplicación de un plan de asfaltado para la capital venezolana denominado “Caracas Bella y Socialista”, el cual se ejecutaría desde el 1° de septiembre hasta el 31 de octubre de 2016. El mismo contemplaba la reactivación de “la fiesta del asfalto”, con prioridad para ocho avenidas principales de Caracas.
Las avenidas Las Ciencias y Teresa de La Parra no estaban en la lista y las calamidades ahora son cada vez más críticas porque a los huecos se suman las filtraciones y las lagunas que dejan los aguaceros.
El alumbrado público, el mantenimiento de los brocales y sumideros también adolecen de mantenimiento. “Tampoco han hecho un trabajo fitosanitario y las ramas de los árboles se caen a diestra y siniestra. Más cuando llueve, lo que colapsa el tránsito”, añadió César Díaz, comerciante.
Los problemas aumentan y además de los huecos, en la zona hay hundimiento de las alcantarillas y baches del asfalto cuarteado. Otra constante en el sector son las cavernas que deja Hidrocapital cada vez que hace reparaciones en la vía.
Al final de la calle Bellas Artes, sentido Santa Mónica, hay un hoyo que tiene más de un año “adornando” la intersección. Hace dos semanas fue que la cuadrilla de la empresa hídrica llegó al sitio y comenzó a rellenar y a colocar las losas de concreto.
Los conductores tienen que hacer maromas para pasar por ese tramo. “En las noches solo escuchamos los frenazos. Si no es por ese hueco es por uno que está más adelante, al finalizar la avenida El Estadio”, contó Sabrina Catalán, residente.
Entre 2011 y 2012 estas avenidas y sus laterales recibieron un cariñito de la “fiesta del asfalto”. Sin embargo, luego pasaron al olvido.
Muchos de los vecinos comentaron que aunque no han hecho las diligencias formales ante los órganos competentes para plantear la crisis de las avenidas, pidieron, a través de este medio, que las autoridades —léase el alcalde de Libertador Jorge Rodríguez y el jefe del Distrito Capital, Daniel Aponte— se den un paseíto por la comunidad, constaten las denuncias e inicien un plan de recuperación vial.
Reporte a Crónica.Uno los huecos de su zona a través del correo: [email protected]
Fotos: Miguel González
Infografía: Charlie Barrera
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