[ad_1]
Nunca imaginó que en un país petrolero, comprar dos harinas de maíz le ocasionarían un daño que hasta ahora le impide trabajar y valerse por sí misma
Por: Emmanuel Rivas | El Pitazo- Mérida
La escasez de alimentos, de medicamentos, el mal estado de las vías son sólo algunos de los problemas que tocaron a la puerta de la casa de María Gregoria Vera, ubicada en la avenida 1 (Rodríguez Picón) de la ciudad de Mérida, problemas que no sólo afectan a esta familia merideña, sino a la inmensa mayoría de los venezolanos, quienes diariamente padecen para conseguir alimentos, medicinas y cualquier otro requerimiento de primera necesidad, además de lidiar con las deficiencias existentes en los servicios públicos y el mal estado de aceras, calles y avenidas.
María Gregoria Vera, una merideña que dedicó su vida a trabajar en entes privados y luego por cuenta propia, agobiada por la necesidad de comprar alimentos para su familia, el pasado 21 de julio se trasladó a un reconocido centro de compras en la capital andina, donde estaban vendiendo dos harinas de maíz por persona, todo iba “normal”, la cola inmensa como ya se han vuelto costumbre en Mérida, custodiada por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, sus cédulas a la vista para que corroboraran que era el día en que le correspondía comprar, todo indicaba que María Gregoria resolvería las arepas para su familia al menos por dos días.
La cola comenzó a avanzar, cuando alguien recibía sus harinas de maíz, la expresión de triunfo acercaba más y más a María Gregoria a las puertas del establecimiento comercial donde recibiría el alimento necesario para complementar la dieta de cualquier venezolano. La cola avanzó y María Gregoria también, sin percatarse que el transcurso de la cola, había un hueco en el pavimento, donde cayó, provocándole fractura de peroné y tibia.
Fue trasladada al Hospital Dr. Tulio Carnevalli Salvatierra, dependiente del Instituto Venezolano de Seguros Sociales, ubicado en la avenida Las Américas, donde ingresó para ser operada de emergencia, sin embargo, al ingresar al centro asistencial, le fue notificado que tenía que comprar todo lo que se requería para poder ser intervenida quirúrgicamente.
Hoy, tres meses y medio después del accidente, María Gregoria puede caminar apoyada por dos muletas, en espera de ser intervenida nuevamente para poder recuperar plenamente la movilidad, poder trabajar y enfrentar las calamidades que la crisis generalizada en el país la obliguen.
Único responsable, el Gobierno.
María Gregoria, desempleada y sin ningún tipo de ayuda de organismos gubernamentales, manifiesta su desacuerdo con el gobierno, “el primer y único responsable de esta tragedia es Hugo Chávez Frías, quien llevó al país al colapso, dejando a un inépto para que terminara de destruir el país (…) me declaro opositora y mientras Dios me lo permita seguiré apoyando a la oposición para salir de esta desgracia provocada por el gobierno nacional”.
Recomienda a la oposición venezolana a mantenerse unida para poder salir de la crisis nacional, “primero unidad, es necesario mantener la unidad por encima de todo bajo una sola voz”, finalizó recomendando María Gregoria Vera, acompañada por sus inseparables muletas y un cartel donde sentencia que “El Gobierno algún día pagará por esto”.
[ad_2]
Fuente