Editorial: Una semana para salvar o hundir el diálogo

 Aunque en su primera semana de vida, el diálogo recibió de parte del gobierno toda clase de agresiones, golpes, amenazas y descalificaciones, no tiene por qué ser así en los cuatro días que le restan, que son en los que se construirá la esperanza de si Venezuela soluciona o no en paz la honda crisis que hoy la sacude hasta sus cimientos.El jueves 11, en efecto, en la noche, un segundo encuentro entre el gobierno y la oposición, le dirá al país si se avanzó en temas como la celebración del RR este mismo año, la liberación de los presos políticos  y la continuidad en el 2017 de la importantísima agenda electoral que incluye la convocatoria a unas elecciones para elegir gobernadores.

Ya sabemos que la opinión del gobierno es francamente negativa sobre los dos primeros puntos -según lo han hecho conocer algunos de sus portavoces-, pero justamente por eso, a partir de hoy y hasta el jueves, podría realizarse el esfuerzo definitivo para que las partes le anuncien al país de que se avanza en la conclusión de un acuerdo.

A este respecto, nada más importante que la presencia en Caracas de un enviado del Vaticano, como Monseñor Cladio María Celli, quien, ayer reconoció en una entrevista para el diario “La Nación” de Buenos Aires, la gravedad de la crisis que vive Venezuela, y la primerísima responsabilidad que cabe al gobierno en la búsqueda de una agenda común de soluciones.

Y es que también desde la OEA,  la ONU, la UE y el Mercosur señalan que se agota el tiempo para que el país vuelva a retomar el camino de la paz y explicitan que en el diálogo que tiene lugar en Caracas es Maduro quien debe destrancar el juego.