[ad_1]
La obra fue terminada en 1976, desde entonces se mantiene clausurada y su inversión de 150 millones de bolívares sirve de techo para perros callejeros
Foto: Cortesía El Carabobeño
Por: Luis Alejandro Borrero | El Pitazo-Carabobo
Valencia.- Ni un solo paciente atendido. Ni una sola victoria clínica. Ni un solo llanto de recién nacido se ha escuchado en sus salas de parto. El Hospital de Bucaral en Carabobo se erige como un trofeo a la nada desde 1976. Han pasado 40 años desde que fue terminado, pero la ignominia gubernamental lo mantiene clausurado. Más de 150 millones de bolívares de inversión ahora están convertidos en pasillos lúgubres, goteras, guarida de perros callejeros y maleza.
El hospital tipo III se pensó como una estructura que descongestionaría el hospital central de Valencia. Brindaría, además, atención de calidad a más de 360 mil personas del sur de la capital y del municipio Los Guayos. Una persona podría ahorrarse hasta 40 minutos para ser atendido con el hospital Jesús de Nazareth en Bucaral funcionando, a 8,26 kilómetros al sureste de Valencia.
Nunca fue dotado de insumos, equipos y material médico-quirúrgico. La estructura quedó en poco más de 70%, según voceros del colectivo de médicos bolivarianos L-19, que denunció la paralización de la obra. Según el portal oficialista AVN, en una entrevista con el coordinador regional de Barrio Adentro en Carabobo, debió inaugurarse en el primer trimestre de 2013.
Raúl Falcón, presidente de la Fundación Instituto Carabobeño para la Salud (Insalud), dijo a un periódico local en 2015 que el hospital de Bucaral no dependía de la gobernación, por lo que no era su responsabilidad el abandono. Le achacó el peso al Ministerio de Salud. “El gobernador no se compromete con cosas que no dependen de él”, dijo refiriéndose al mandatario regional Francisco Ameliach, reseñó el diario Notitarde.
Declaraciones que contrastan con lo que el Registro Nacional de Contratistas (RNC) mostraba años antes. Desde el año 2000 Insalud realizó ocho licitaciones como cliente a la empresa PCI Construcciones, con sede en Maracaibo, en Puerto Cabello. El objetivo del contrato: mantenimiento preventivo a la estructura del hospital de Bucaral. La empresa reportó haber culminado todos los trabajos a 100%, pese al deterioro actual de la infraestructura en 2016.
En 2010 el ministerio contrató a la empres Ingeniería, Construcción y Servicios (Incoser C.A.) para realizar el primero de una serie de tres trabajos en el hospital. Las primeras rehabilitaciones complementarias fueron completadas, según el RNC. Luego, se le volvió a contratar para la culminación definitiva del hospital, pero se reportó al ministerio que habían quedado en 35% de avance. Pese a ello, hubo una tercera contratación, —al igual que la segunda para la culminación del hospital—, y aunque se dijo oficialmente que los trabajos se completaron 100%, nunca fue inaugurado.
La capacidad del hospital es de tres mil 800 consultas mensuales en 110 camas, cinco quirófanos, tres salas de parto, y lo que pudo ser el laboratorio más grande de Carabobo. Nada se cumplió. Para el presidente del Colegio de Enfermeros de Carabobo, Julio García, el abandono del hospital de Bucaral representa una prueba ineludible de falta de planificación, corrupción y falta de voluntad política.
[ad_2]
Fuente